Después de una experiencia “muy positiva” tras vender a clientes particulares algunos de los diamantes de color fancy —ya cortados y pulidos— en su país en estos últimos tres años, la minera pública rusa Alrosa abre ahora la opción al mercado internacional.
En lugar de ofertar sus piedras de color y sus gemas incoloras de más de 3 quilates en licitaciones profesionales, las está puliendo en Moscú para venderlas directamente a los inversores. Para ello está cerrando acuerdos con varios bancos internacionales.
La minera explica además los beneficios para el inversor privado: «Un cliente de VTB (uno de los bancos rusos asociados) fue el primero en beneficiarse al comprarnos un conjunto de diamantes y luego revenderlos en nuestra propia licitación, beneficiándose de los recientes aumentos de precios», explican desde la compañía.