Muchos así lo creen: “El hecho de que la industria joyera llegue a las bases de casi cualquier sociedad significa que podemos desempeñar un papel fundamental en el avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, tal y como afirmaba anteayer el presidente de CIBJO, Gaetano Cavalieri, en una mesa redonda celebrada en Roma durante un congreso de sostenibilidad avalado por Naciones Unidas.
A juicio del portavoz de la industria a nivel internacional el objetivo actual pasa “por que los ciudadanos de los países productores puedan aprovechar los recursos naturales con los que han sido bendecidos en oportunidades económicas y sociales sostenibles”.
Esto se traduce en un compromiso de extender su participación en la cadena de valor, desarrollando industrias locales de corte y pulido, refinerías de metales preciosos, diseño de joyas y centros de fabricación. No es un objetivo poco ambicioso, pero, ¿puede ser realista?
Según Cavalieri, si. “La industria joyera se encuentra en una posición única para servir como catalizador del desarrollo económico y social”. “El desafío es adaptar, aprovechar y mejorar los conocimientos y habilidades que ya están presentes en el mundo” tal y como afirmaba.