El movimiento del Instituto Gemológico de América (GIA) por reducir las toneladas anuales de papel y plástico empleadas en la impresión de certificados gemológicos, así como sus costes asociados, ha caído en saco roto.
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Después de apenas tres meses, tras anunciar en enero que todos los certificados de piedras menores de 1,99 quilates serían únicamente digitales, el Instituto ha tenido que dar marcha atrás debido a las críticas de una parte importante de su clientela, especialmente desde el comercio minorista.
Clientes de Francia, Holanda, Italia… según publican algunos medios internacionales aseguran que la gente que compra un diamante como regalo quiere tener un certificado “para mostrar su calidad y su origen natural”, y además algunos otros no quieren directamente la piedra si no lo lleva impreso.
“Se vuelve más difícil vender sin un certificado, ya que la gente espera que haya uno, y se necesita más tiempo y energía para explicarle al cliente que no hay un certificado en papel disponible” asegura otro minorista.
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Remitirá en papel desde enero
En un mensaje a sus clientes, la GIA reconoce “no haber anticipado adecuadamente las posibles dificultades de adoptar el informe GIA Diamond Dossier en formato solo digital”.
“Después de mucha consideración” añaden, “hemos decidido volver a imprimir los informes a partir del 9 de abril”.
Así pues, todos los diamantes que se encuentran actualmente en los laboratorios de la GIA y los certificados digitales emitidos desde enero se acompañarán, sin coste adicional, de su equivalente impreso.