Motivo de satisfacción para las tres grandes marcas de joyería del grupo suizo Richemont al cierre del ejercicio. Los ingresos de Cartier, Van Cleef & Arpels y Buccellati aumentaron un 41% interanual, hasta los 3.340 millones de euros, en los tres últimos meses del año.
Lo interesante es que no se trata de un repunte provocado por la nefasta temporada 2020, sino que las ventas aumentaron también un 55% en comparación con el mismo período de 2019, lo que refleja «una demanda aún más fuerte que antes de la pandemia» explican desde el grupo.
La división relojera también creció aunque a un nivel ligeramente inferior. Las ventas de sus marcas IWC Schaffhausen, Piaget y Vacheron Constantin, aumentaron un 29% interanual, hasta los 977 millones de euros.
En la nota emitida desde el grupo se atribuye este crecimiento a un “entorno económico relativamente favorable”. Las ventas de toda la empresa superaron los niveles previos a la pandemia en todas las regiones y productos, con Estados Unidos al frente de este alza.