Justo al cierre de este Boletín acabamos de escuchar el webinar protagonizado por Adriana Giráldez, responsable de Ventas para España y Latinoamérica de la plataforma de compraventa Nivoda.net en el que ha abordado la situación del mercado internacional del diamante sintético desde la óptica de la compañía.
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Después de una introducción sobre el origen de este tipo de diamantes, los tipos de producción (HPHT y CVD), así como algunas notas acerca de los principales países productores y la evolución de los precios en estos últimos años, hemos podido escuchar unas pinceladas interesantes sobre la comercialización de esta piedras:
En primer lugar destaca Nivoda que el argumento de vender los diamantes sintéticos como más «éticos, sostenibles o ecológicos» que su contraparte natural no es correcto, pues para su producción se necesitan en la actualidad grandes cantidades de energía y recursos naturales (agua, minerales extraídos en mina…).
«Al tratarse de un producto aspiracional, la compra de diamantes sintéticos tiende a arrastrar al alza la demanda de los naturales»
Eso no significa, no obstante, que pueda haber diferencias entre productores y unos sean más cuidadosos que otros con los recursos que emplean y en este sentido han aparecido certificaciones como la SCS-007 que regula a aquellos fabricantes que pueden acreditar una reducción significativa en su huella de carbono, o mejoras en sus procesos, como por ejemplo emplear energía solar o eólica para la producción.
En todo caso, tal y como aseguraba Giráldez, otro dato destacable es que la mayoría de clientes de Nivoda lo que es su precio, que es el verdadero factor diferenciador. Un precio que según la ponente ha pasado de una diferencia del 10% respecto a Rapaport hace poco más de 5 años, a una distancia en torno al 85%-90% o más en función de las calidades ofertadas.
¿Cómo está el mercado?
Según los datos de Nivoda los países anglosajones (Reino Unido y Estados Unidos) superan por mucho las compras de diamantes de laboratorio frente a los naturales, al contrario que en Europa, donde su demanda viene al alza pero aún se encuentra por debajo de la de los naturales, como se puede apreciar en este gráfico:
Giráldez hizo también hincapié sobre el diferente perfil del cliente que compra este tipo de diamantes. Clientes profesionales, pero que compran en base a su clientela final, muy diferenciada del tradicional comprador de natural. En este sentido destacó que «los diamantes de laboratorio representan a unos usuarios que buscan joyería de ‘moda’ con colores y formas fancy, una joyería de uso más diario para clase media o generaciones más jóvenes».
«Se espera que en un futuro cercano los diamantes de laboratorio se vendan más que el natural en términos de volumen pero no obstante el natural siempre seguirá asociado a una joyería más clásica, de un mayor nivel, y difícilmente el cliente habitual del cliente natural se perderá para el sintético» aseguraba la responsable de Nivoda.
En el enlace a continuación se puede acceder al webinar completo de hoy: