Edward Asscher, presidente del Consejo Mundial del Diamante: “A veces, con estas discusiones técnicas sobre tecnologías, blockchain, trazabilidad… nos olvidamos de que eso no está mayoritariamente entre las prioridades del consumidor, porque estamos hablando de vender emociones”. “Pero al mismo tiempo” recuerda el presidente del Consejo Mundial del Diamante, “todo está inexorablemente enlazado. Por eso debemos asegurarnos de que se cumple ese mandato de responsabilidad social, que es el que nos obliga a toda la industria”.
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Edward Asscher, presidente del Consejo Mundial del Diamante (WDC, en sus siglas en inglés), hablaba esta semana pasada en el Congreso del Diamante de Dubai con un discurso entre el pragmatismo y la voluntad de seguir trabajando en lo que “no se ve”.
“Todo lo que estamos haciendo es en el apartado ‘interno’ de la industria del diamante. Lo que no se ve. Pero en la cara visible, nosotros estamos tratando de vender aspiraciones y sueños, porque estamos vendiendo un producto bello”.
«En estos últimos años, hemos construido capa por capa un sistema basado en Kimberley, pero con la intención de superarlo»
Asscher, un veterano de la industria, procedente de una de las familias joyeras de Ámsterdam con más solera (establecida en 1853 y responsable de la conocida talla Asscher del diamante), ha sido durante años una de las voces más críticas en relación al cambio de definición de ‘diamantes de conflicto’ del Proceso Kimberley.
“No espero que la definición de Diamantes de Conflicto se cambie en el corto plazo y por eso lo que intentamos desde la Industria es que los diamantes procedan de fuentes responsables, con el respeto máximo a los derechos humanos”.
Un motivo por el que el presidente del Consejo recordaba que “en estos últimos años, hemos construido capa por capa un sistema basado en Kimberley, pero con la intención de superarlo. Contamos con nuestro Sistema de Garantías y tenemos el compromiso de las grandes empresas de la industria” añadía.