La manufactura suiza entra directamente en el mercado de segunda mano, permitiendo a los clientes comprar relojes verificados por los distribuidores oficiales y, por lo tanto, estarán certificados como auténticos por la marca y con una garantía de dos años.
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Y aunque vender Rolex de segunda mano no es nada nuevo para los distribuidores autorizados, ahora se trata de un paso más allá pues será la propia manufactura la que asuma la garantía que los acompaña e incluirá extras como etiquetas y otros productos de la marca.
La idea es hacer frente a los beneficios ‘extraordinarios’ que vendedores ajenos a la marca y a los distribuidores oficiales han tenido en el mercado secundario a lo largo de estos últimos años con la reventa. Hasta hace poco, los fabricantes suizos trataban a los relojes usados como un mercado opaco donde las marcas y sus prestigiosos distribuidores no querían verse involucrados.

De momento los relojes estarán inicialmente disponibles en sólo en las boutiques del distribuidor Bucherer en Suiza, Austria, Alemania, Francia, Dinamarca y el Reino Unido, pero se espera que vaya ampliándose progresivamente