Nanopartículas de oro causan que se puedan ver las líneas rosadas puesto que actúan como un reactivo que detecta la presencia de una hormona (en concreto la llamada HcG) en la orina, y que sólo se produce durante la gestación. Y también se emplea para la detección de virus.
Y no solamente en este ámbito, más ‘tradicional’, sino que el oro también se emplea en la medicina más avanzada. Así se explica en la penúltima entrega de la serie El Hilo Dorado (The Golden Thread), una saga de cinco documentales producidos por el Consejo Mundial del Oro y que exploran el papel que este metal ha tenido y tiene en la historia de la humanidad.
«El oro es el elemento noble por excelencia que se ha utilizado en aplicaciones biomédicas desde su primera síntesis coloidal hace más de tres siglos», explica Warren Chan, de la Universidad de Toronto (Canadá).
De hecho, una de las grandes aplicaciones en las que se está trabajando es para eliminar células cancerígenas. Los investigadores han encontrado la manera de hacer crecer nanopartículas de oro directamente dentro de las células cancerígenas en sólo 30 minutos, lo que podría ayudar a matar los tumores y salvar las células sanas.
Y a nivel biométrico el oro también tiene aplicaciones. En una Universidad de EE.UU se están creando detectores basados en este metal que se aplican sobre la piel y que se llaman dispositivos ‘e-skin’ que proporcionan datos fundamentales para hacer un seguimiento continuo a los pacientes en los hospitales, o con enfermedades crónicas.
“El oro ha jugado y continúa jugando un papel fundamental no sólo en nuestra cultura, sino en todos nuestros avances técnicos y científicos” concluye el documental.