Por Cristina Yanes | A pesar de las circunstancias aquí seguimos, unidos en convocatorias que proporcionan un marco para hacer una oferta más fuerte, variada y competitiva a los profesionales. Es la unión de la oferta lo que atrae a la compra.
Nací y crecí con la joyería. Ahora soy una empresaria y presido la Asociación Española de Joyeros, Plateros y Relojeros (AEJPR). Varios empresarios me lo pidieron y me recalcaron que, aunque, entonces, yo no la conociera bien, la Asociación me había beneficiado como al resto de mis colegas y que, sin ella, el Sector Joyero español ni habría tenido voz ni habría logrado muchos beneficios.
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Doy fe de ello tras cinco años dedicada a la AEJPR. Trabajamos para que toda la cadena productiva, artesanal e industrial, comercial, mayorista y minorista pueda desarrollar su actividad con los menores obstáculos y costos derivados de normas y políticas, e intentamos que las joyerías, como puntos de venta, sean la referencia de los consumidores cuando quieren adquirir una joya con metales preciosos.
«Queremos asociados que se vinculen con nuestros principios, que crean en el bien común para TODO el Sector«
Los últimos años nos han dejado un panorama lleno de altibajos: el cambio de moneda, una crisis internacional de dimensiones análogas al crack del 29, una pandemia como no creíamos pudiéramos vivir, y un conflicto internacional que nos ha desestabilizado a nivel económico, político y social y que está suponiendo un gran impacto en nuestro Sector.
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Nos encontramos ante una situación de elevada inflación, encarecimiento de las materias primas, crisis energética, subida de tipos de interés, depreciación del euro frente al dólar, que nos puede beneficiar si exportamos, pero perjudicar si importamos.
Pero en este contexto también nos encontramos con proyectos que se dirigen a las empresas de este Sector en relación con el blanqueo de capitales, las transacciones en efectivo, la libre circulación de joyería en la UE, los problemas de las legislaciones de seguridad y de control de los metales preciosos, del reciclaje, del control de los metales tóxicos, de la publicidad engañosa y la competencia desleal en el comercio online…
En definitiva, junto a los problemas generales están los específicos de nuestro Sector y la Asociación no puede dejar de actuar. Las empresas lo hacen casi siempre con lo ‘urgente’, con el día a día que se impone a muchas decisiones.
¿Y quién se ocupa de aquello que es importante para la empresa pero que ella no puede abarcar? La Asociación. Eso es exactamente lo que somos, los que miramos al conjunto y vemos que hay que cambiar esto o aquello para que cada empresa respire y pueda funcionar.
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La AEJPR se configura como otro departamento de su empresa, el lugar al que se llama cuando se considera que una norma nos perjudica, cuando queremos oponernos a una sanción, cuando nuestro banco nos bloquea la cuenta, si necesitamos la confirmación de una obligación o de un derecho, donde nos emiten un certificado… pero, sobre todo, donde alguien, en nuestro nombre, vigila aquello que puede decidirse y perjudicar al Sector.
Ojalá se asociaran multitud de empresas para hacernos más fuertes y estar presentes en todos los foros cuyas decisiones nos influirán. Es verdad que, como en todos los sectores, habrá bueno y malo. Nosotros hemos optado por la transparencia y la seriedad, por la participación democrática en base a unos valores que establecen los Estatutos.
Los Estatutos marcan no sólo nuestra política asociativa sino también nuestra ética. Queremos asociados que se vinculen con nuestros principios, que crean en el bien común para el Sector, que compitan con las armas de la calidad, la veracidad y el juego limpio.
Esto es lo que somos y, si comparte nuestros valores, le esperamos.
