Lo primero que me gustaría es dar la bienvenida a Diario Joya, me siento un afortunado al poder escribir en el primer número de una nueva publicación a la que desde aquí deseo grandes éxitos.
En este primer artículo quiero presentaros a una gran joyera a la que conozco y admiro desde hace muchos años, no solo por su capacidad creativa y su habilidad técnica, sino también, por cómo vive el oficio, con una autenticidad tremenda, enfocándose en piezas únicas con las que establece una relación emocional con sus clientas.
Inés Alonso aprendió el oficio en el Centro de Estudios Joyeros de Madrid y perfeccionó su técnica trabajando en talleres y galerías contemporáneas rodeada de grandes maestros joyeros, en ese Madrid de final de siglo donde se produjo un importante impulso en el sector de la joyería creativa. En el año 2004 abrió su propia galería-taller en el barrio de Salamanca de Madrid y actualmente cuenta con un precioso showroom y taller en la calle Mayor.
Inés es una joyera intensa, siempre ha tenido claro hacia dónde enfocar su mirada, una joyera que se aleja de lo convencional, no solo por su forma de tratar el metal y las gemas si no por su relación con el cliente y su visión artesana del oficio joyero.
JORGE- Habitualmente los joyeros antes de iniciar la realización de la pieza o el diseño 3D dibujamos bocetos, planos y quizás alguna perspectiva y otros que inician la realización de la pieza directamente, trabajando sobre el metal sin apenas bocetos. ¿Cómo es tu proceso creativo?
INES-Yo soy del segundo grupo, me pongo a trabajar directamente sobre el metal, no hay un estudio previo, la piedra o la clienta me inspiran. Siempre surge algo y eso es lo misterioso, vas jugando con las formas y siempre surge algo. La propia pieza te va pidiendo, realmente nunca sabes cómo va a terminar hasta que no está completamente lista
J-Entiendo que no tienes esa necesidad de trascribir tu idea al papel, sino que te enfrentas directamente al metal sin un solo dibujo.
I-Así es, como el oro está tan caro realizo los bocetos -por llamarlos de alguna manera- en plata, estos prototipos son mis planos, casi es un como un juego infantil de bloques, donde construyo composiciones combinado elementos, jugar a construir. Podría decir que la plata es mi papel y el soplete es el lápiz, el fuego es mi herramienta más importante
J-Hablemos de materiales, cada vez son más los materiales que utilizamos en joyería, además de los metales preciosos se incorporan otros metales y materiales comunes, habitualmente utilizados por los joyeros artísticos que entienden la joyería como un acto de subversión estética, tú sin embargo sólo entiendes tus creaciones si están creadas en oro.
I-A mí solo me interesa trabajar con oro y gemas de calidad, oro de 18 kilates o de 22 kilates, por su color, su luz, su vida, se deja trabajar, no me interesa el oro blanco, ni con paladio; es demasiado gris, apagado, siempre intento convencer a la clienta de que elija oro amarillo, pero si tengo que hacer algo en blanco y no consigo convencer a la clienta de que lo haga en amarillo, cosa que consigo la mayoría de las veces, entonces utilizo platino que sí que tiene un color blanco intenso.
Antes jamás utilizaba piedras o perlas, pero ahora entiendo que la piedra es el adorno de la joya, el complemento a la joya. Ahora me atraen sus colores.
J- Entonces que es más importante para ti la gema o la estructura de la joya
I-Sin duda la estructura, normalmente sé que es al revés, pero yo soy amante del metal, al fin y al cabo, somos herreros. Antes apenas utilizaba gemas.
J-Eso es una gran verdad, tanto que las palabras inglesa para joyero “Goldsmith” como la palabra alemana “Goldschmied” significan literalmente herrero de oro.
I-Ahora las piedras me encantan, utilizo gemas da calidad, únicas, cada una tiene su personalidad, su color. En el caso de las perlas, el oriente te da distintas sensaciones, frio, calor, elegancia o sobriedad, las piedras dan alegría, pero no se trata de hacer una jaula de oro para la gema, el metal y la piedra van de la mano.
J- Si, yo también creo que tiene que haber un diálogo entre la piedra y el metal, también he visto que nunca pules tus piezas
I-Entiendo que una joya no tiene que llamar la atención, ni ser ostentosa, tiene que ver más con las emociones personales, de un lenguaje entre quien regala y quien la recibe, es muy íntimo y tienen una historia.
J- Quizás uno de los problemas más importantes que nos encontramos los joyeros creativos es la comercialización de nuestras joyas, aparte del showroom en Madrid donde trabajas directamente con el cliente final, ¿qué otros canales de distribución utilizas?
I-Ninguno, no me ha interesado nunca trabajar con galerías, hacer exposiciones o presentar mi trabajo en ferias.
A mí lo que realmente me gusta y con lo que disfruto es trabajando con el cliente, con la persona que me cuenta algo de su vida, de sus emociones ¿cómo puedo hace eso si mis joyas están en una galería?
J-Trabajas con gente que busca la experiencia emocional ligada a comprar en el propio espacio del autor.
I-Me gusta que la persona que recibe mi joya conozca a la persona que la ha hecho. Por catálogo no entiendo una joya, es algo frio y distante.
J- En la época del marketing digital, donde se priorizan los textos persuasivos a la poesía y donde las redes sociales son escaparates de postureo mecanizado, ¿cómo promocionas tus trabajos?
I-No utilizo las redes sociales, no me interesan y no las necesito, mis clientes vienen al estudio y les realizo su pieza única. No me parece bien publicarlas en redes sociales porque una joya es una muy personal, es casi como un amuleto y no tengo ningún derecho a publicar algo tan íntimo.
J-¿Y cómo se acercan tus clientes a tu taller?
Yo estoy haciendo algo especial, con un valor económico alto y la persona aprecia el trato personal, todas mis piezas están hechas a mano, sin utilizar alta tecnología. La impresión 3D, la microfusión, la soldadura laser no me interesan. Intento tener las mínimas herramientas posibles. Mis clientes simplemente se acercan a conocerme. Es un lujo contar con un joyero de primera mano, al que le puedas decir quiero esto, por este motivo, entablar un diálogo, hablar de emociones, me parece muy bonito.