El Instituto Gemológico Español sigue impulsando su proyección internacional. Tras el acuerdo que mantiene con el Gobierno de Argentina para crear el primer laboratorio gemológico en aquél país, la semana pasada recibió también la visita del embajador de Angola en Egipto, Nelson Cosme, un alto dignatario del Gobierno angoleño que anteriormente ha sido el representante del país africano en Brasil y en otros países de Iberoamérica.
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Tal y como explica a DIARIOJOYA el presidente del IGE, Benjamín Calvo, se trata de “un primer acercamiento institucional en el que se nos manifestó el interés por la calidad formativa del Instituto en materia gemológica y especialmente del diamante”. “En nuestro caso” prosigue Calvo, “estamos encantados de que un importante productor se acerque a nosotros como referente gemológico en el mercado iberoamericano”.
No hay que olvidar que Angola es el séptimo productor mundial de diamantes, con aproximadamente 10 millones de quilates al año, y tampoco se escapa la actual tendencia de algunos grandes países productores africanos (Botswana o Namibia, por ejemplo) que empiezan a plantearse su ‘desconexión’ de los gigantes multinacionales para dar valor añadido a su propia oferta.
En un amplio artículo publicado este lunes por nuestro responsable de Internacional, Ya’akov Almor, se explica con detalle este giro en el mercado mundial del diamante.
Movimientos tectónicos en la industria
La invasión rusa de Ucrania y la aplicación de sanciones al Gobierno de Vladimir Putin ha provocado un movimiento tectónico en el mercado internacional del diamante, que ha afectado de forma colateral a otros países productores.
Es el caso de Angola. Sus expectativas de producción, que preveían alcanzar los 13 millones de quilates el año pasado, se vieron reducidas por la crisis COVID y las sanciones a Rusia han empeorado las previsiones.
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No hay que olvidar que la empresa minera estatal de Angola está participada al 40% por la empresa rusa Alrosa, uno de los dos gigantes mundiales junto a De Beers. Además de aportar tecnología y conocimientos a la producción angoleña de diamantes, Alrosa también se encarga de canalizar parte de esa producción pero que ahora se encuentra congelada debido a las sanciones y a la exclusión de Rusia del sistema internacional de pagos SWIFT.
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