Mal negocio para el vendedor en la pasada subasta de Christie’s en Ginebra. El denominado Sunrise Ruby se vendió por 13,4 millones euros este pasado miércoles, una cifra muy por debajo de las expectativas en una subasta empañada por las denuncias sobre los vínculos con el nazismo de la familia propietaria de la pieza.
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El rubí de origen birmano con 25,59 quilates y montado sobre un anillo flanqueado por diamantes firmado por Cartier no alcanzó siquiera la estimación más baja de 14,5 millones de euros. Una cifra que contrasta con los 30 millones que pagó en 2015 por la pieza, en otra subasta de la misma casa.
A pesar de tratarse de una excepcional gema natural certificada como ‘sangre de pichón’ y sin tratamientos, el revuelo montado por el dudoso origen de la fortuna del marido de su propietaria, la multimillonaria austriaca Heidi Horten, parece haber minado la confianza de los inversores.
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La subasta de la colección de Horten ha saltado a los medios generalistas porque el marido de la filántropa hizo fortuna en la Alemania nazi. De hecho, la Federación Mundial de Bolsas de Diamantes (WFDB, por sus siglas en inglés), envió una carta a Christie’s objetando sobre la venta, alegando que Helmut Horten había amasado su fortuna comprando empresas de propietarios judíos por una fracción de su valor en transacciones forzadas durante el auge del nazismo en Alemania y Austria.
Sin embargo hay voces que