La sombra del coronavirus sigue pesando sobre la incertidumbre de los manejan los inversores, los malos datos de empleo y las políticas de los Bancos centrales, que barajan aumentos de los tipos de interés que podrían provocar un repunte en el precio del metal, según un informe que acaba de publicar la refinería alemana C-Hafner.
Tal y como indica el documento el precio del oro ha mostrado su lado volátil en las últimas semanas. A finales de mayo y principios de junio, una onza costaba más de 1.900 dólares. A principios de agosto, el precio cayó brevemente por debajo de los 1.700 dólares gracias a unos excelentes datos de empleo en Estados Unidos.
Sin embargo, desde una perspectiva europea, las fluctuaciones del tipo de cambio entre el dólar estadounidense y el euro en la misma dirección eliminaron gran parte de estos movimientos, dejando una horquilla de precios entre 48 y 50 euros el gramo.
Pero las expectativas empiezan a no ser positivas. La creación de empleo en EE.UU se ha ralentizado severamente en agosto, según datos de la Oficina Federal de Empleo, pasando de 1 millón en julio a sólo 235.000 nuevos trabajos.
Una de las razones que aporta el informe a esta caída en el empleo es el significativo aumento de la variante delta del coronavirus en aquél país, que ya suma 500 casos diarios por cada millón de habitantes. Una cifra por encima de septiembre de 2020 y que podría provocar un nuevo repunte en el precio del metal, según el analista de esta refinería alemana.
El precio del oro cerraba ayer a 1.753 dólares la onza.