Por Salvador Hernández | Se va la persona pero queda la “obra de toda una vida” como ella misma me comentaba cuando por última vez la visité en una lluviosa tarde del pasado mes de febrero en la que charlamos durante horas sobre lo divino y lo humano, sobre el arte y la joyería, en compañía de una modesta pero enriquecedora merienda de pastas de mantequilla y café con leche, en el despacho-biblioteca de su residencia de Granada, a los pies del Mulhacén.
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María Teresa Jiménez Priego, autora del Diccionario Ilustrado de la Joyería, nació en la localidad conquense de Caracenilla en 1932, en el seno de una familia castrense con otros 11 hermanos y se licenció en Historia por la Universidad de Granada y en Historia del Arte por la de Sevilla.
Desde 1969 se dedicó a la docencia en centros universitarios de Sevilla y Madrid y en privados, como el CEU o la Universidad Católica de Paris hasta su ingreso, en 1976, en la UNED como profesora titular de la asignatura de Historia del Arte medieval y renacentista, al tiempo que publicaba trabajos de investigación o de divulgación sobre cuestiones artísticas en revistas especializadas.
La docencia artística le condujo a la joyería y a partir de 1996 comenzó la investigación que le llevaría más de 20 años de su vida con un minucioso recorrido por museos, bibliotecas y colecciones de toda Europa. De París a Moscú, Viena, Ginebra o Madrid, al tiempo que consultando, vía epistolar (cuando internet estaba sólo al alcance de unos pocos) con joyeros, diseñadores, formadores y maestros artesanos… nacionales e internacionales.
El resultado salió a la luz en 2017 con la edición del Diccionario Ilustrado de la Joyería. Un repertorio alfabético que recoge más de 4.300 términos del universo joyero desde sus orígenes dando, incluso, su equivalencia en otras lenguas y complementados con 9.000 fotografías, diseños y croquis hasta dar forma a 2.100 páginas en tres volúmenes.
Uno de sus momentos cumbre durante la ronda de difusión del libro fue su presentación internacional en 2018 frente las pirámides de Egipto, con un espectáculo de luces y sonido en el valle de Giza auspiciado por la embajada del país en España.
Amanuense incansable y con un afán innato de investigar y de transmitir sus conocimientos, Jiménez Priego seguía trabajando en la segunda edición del Diccionario y valorando una versión digital para que su trabajo pudiera llegar a todo el mundo.
En los próximos días publicaremos la entrevista inédita con la autora, a modo de homenaje a toda una vida de trabajo dedicada al arte y la joyería.
Como profunda creyente que fue, sé que me tenía en sus oraciones; a mí y a mis niños, por los que siempre me preguntaba cuando charlábamos en la distancia. Sit Tibi Terra Levis. Occurremus Iterum María Teresa.
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