La Autorité de la Concurrence, organismo francés de regulación de la competencia (entidad análoga a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia española) ha multado a Rolex con 91,6 millones de euros por impedir que sus distribuidores autorizados en Francia pudiesen vender relojes online en los últimos 15 años.
PUBLICIDAD
La investigación comenzó en 2017 a raíz de la denuncia del minorista galo Pellegrin & Fils, distribuidor autorizado de Rolex desde 1999 hasta 2013 y de la Union de la Bijouterie Horlogerie, una asociación de profesionales de las industrias francesas de relojería y joyería. Las pesquisas incluyeron registros en las oficinas francesas de Rolex en 2019.
La autoridad gala entiende que se trata de “prácticas graves”
En un escrito de 135 páginas publicado el pasado 19 de diciembre, el organismo concluyó que la práctica de Rolex de prohibir a sus minoristas vender sus relojes por correo e Internet es “intrínsecamente restrictiva de la competencia”.
La autoridad gala entiende que se trata de “prácticas graves” ya que equivalen a cerrar un canal de comercialización, en detrimento de los consumidores y los minoristas, “cuando la distribución online de productos de lujo, incluidos los relojes, ha experimentado un gran auge en los últimos 15 años” sostiene en su escrito.
PUBLICIDAD
El organismo rechazó el argumento de Rolex de que, prohibir las ventas a través de internet le ayudaba a combatir la falsificación, señalando que “los competidores de la marca de relojes enfrentan los mismos riesgos y aun así permiten a sus minoristas vender en línea”.
A partir de ahora Rolex tiene dos meses para recurrir la decisión ante el Tribunal de Apelaciones de París pero si se mantiene la sanción, Rolex Francia deberá enviar un resumen de la decisión a todos sus minoristas autorizados, así como publicar la sentencia en las ediciones impresa y digital del diario Le Figaro y de la revista francesa de relojes Montres.
Desestimada otra demanda
Otro bloque de la demanda presentada registraba una segunda denuncia alegando que Rolex “fijaba precios” y no permitía a los minoristas franceses a ofrecer descuentos en sus relojes.
PUBLICIDAD
En este caso la autoridad afirma que las pruebas presentadas no demuestran que Rolex France hubiera “invitado a sus distribuidores a restringir su libertad de fijación de precios, ni que los distribuidores hubieran aceptado esta invitación”, por lo que el caso ha quedado desestimado.