Después de una semana en la que hemos sido bombardeados con noticias por radio, tele, webs y redes sobre el precio histórico alcanzado por el oro: 4.000 dólares la onza, lo que se traduce en torno a los 112 euros el gramo, el precio del metal amarillo cierra este viernes con una pequeña corrección que ronda los 111 euros/gramo antes del cierre de los mercados de commodities durante el fin de semana.
Un ligero correctivo después de un repunte inaudito (más del 50% solo en este año) que, de acuerdo a los principales bancos de inversión ha venido propiciado tras el parón por la fiesta nacional en China (La Semana Dorada), del 1 al 7 de octubre, que se añade al anuncio del alto el fuego en Gaza impuesto por la Administración Trump, y también tras una ‘fiebre’ entre inversores institucionales y particulares que siguen viendo en los metales el refugio más efectivo para sus ahorros.
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No obstante se trata de un acuerdo cogido con ‘pinzas y lupa’ que pocos conocedores serios del eterno conflicto creen que vaya a prosperar, pero que al menos da un respiro al cansancio de una situación que se antoja como la Historia Interminable de Michael Ende.
Bienvenidas sean las buenas noticias y en nuestro caso de cara a un sector joyero que ve cómo se complican sus márgenes de producción y comercialización ante un cliente final empobrecido y que ve en la joyería un producto cada vez más fuera de sus posibilidades.
«En todo caso parece nada apunta a que se vaya a frenar la escalada en los precios del metal pues los Bancos centrales encabezados por China vía oficial y “a través del mercado minorista de Singapur van a seguir comprando” tal y como nos apunta Julián Sardá, ex Director General de Sempsa y analista en DIARIOJOYA»
En todo caso esto no parece que vaya a frenar la escalada en los precios del metal pues los Bancos centrales encabezados por China vía oficial y “a través del mercado minorista de Singapur” tal y como nos apunta Julián Sardá, ex Director General de Sempsa y analista en DIARIOJOYA, “siguen teniendo entre sus previsiones acumular más reservas del metal”.
Pero aún hay más. El banco de inversión estadounidense Goldman Sachs afirma que el oro cotizará en torno a los 4.900-5.000 dólares por onza a finales del próximo año, elevando su previsión desde los 4.300 dólares ya que “las recientes entradas de fondos cotizados en oro occidentales y las probables compras de los bancos centrales se mantienen en nuestro marco de precios, lo que eleva efectivamente el punto de partida de nuestra previsión de precios” según su comunicado.
Ojo a la plata y el platino
Y si hablamos de metales preciosos no debemos tampoco quitar el ojo a la plata y al platino, tal y como nos explica Julián Sardá, que nos recuerda también el importante recorrido que están experimentando estos dos metales en los últimos meses.
De hecho, al cierre de esta noticia la plata se sitúa ya en máximos nunca vistos de 1,4 euros el gramo y el platino, con una “oferta inelástica y muy localizada” apunta Sardá, roza ya sus máximos de 2008, por encima de los 42 euros el gramo y subiendo.
