El oro se estabiliza en el nivel más bajo de los últimos nueve meses con 1.729 dólares la onza, tras la ‘montaña rusa’ —nunca mejor dicho— que viene protagonizando desde que el Gobierno de Putin lanzase su invasión contra Ucrania el 24 de febrero.
PUBLICIDAD
Si el 27 de ese mismo mes marcó un máximo histórico situándose por encima de los 2.000 dólares la onza, el descenso en los precios del oro (y también de la plata, que cotiza hoy a 18,90 dólares/onza) está más vinculado a la fortaleza del dólar, a la inflación, y a la preocupación por una recesión económica mundial, según apuntan varios analistas internacionales.
«El oro no se está moviendo mucho porque los inversores institucionales están esperando la próxima reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos” explica Tom Price, analista de Liberum Capital.
Las cifras de inflación de EE.UU. pueden endurecer la determinación de los responsables de las políticas de la Fed de proceder con otro gran aumento en las tasas de interés a finales de este mes, añaden, que restaría interés por las inversiones en el metal precioso.
PUBLICIDAD
Asimismo, cualquier aumento significativo o duradero en el precio del oro estaría siendo impedido no solo por la firmeza del dólar estadounidense (ya ha alcanzado la paridad con el euro), sino también por las continuas salidas de los inversores de fondos de inversión respaldados por el metal (ETFs)”, apunta Carsten Fritsch, analista de Commerzbank.
PUBLICIDAD