La subasta de ‘joyas imperiales’ celebrada ayer martes en Sotheby’s Ginebra superó ampliamente las expectativas, duplicando las estimaciones más optimistas previas, recaudando un total de 10 millones de euros, frente a los entre 3,5 y 5 millones apuntados por la casa.
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Las piezas, datadas entre finales del siglo XIX y principio del XX pertenecieron en su día a la casa de Habsburgo, regentes hasta el fin de la I Guerra Mundial del imperio austrohúngaro. Sin embargo se desconocen los propietarios que han efectuado la venta y es la primera vez que las joyas se han visto en una subasta.
Según la casa de subastas pertenecían a una sola persona y fueron recuperadas de la caja fuerte de un banco. Probablemente salieron a la luz tras su fallecimiento y la posterior revisión de las propiedades por parte de los herederos.
Los 207 lotes se vendieron al completo y la pieza más valiosa fue un broche en forma de guirnalda que la archiduquesa María Teresa de Austria recibió como regalo de bodas en 1865 compuesto por diamantes y dos grandes perlas que se vendió por casi 1,2 millones de euros, frente a una estimación máxima de 500.000.
Las tiaras también fueron protagonistas de la venta y todas las presentadas duplicaron, e incluso triplicaron las horquillas previas:
Tiara de rubíes y diamantes firmada por el joyero austríaco Köchert, hacia 1896, que recaudó casi 850.000 euros, frente a la estimación inicial de 300.000.
Excepcional devant-de-corsage de perlas naturales y diamantes, datado en 1865 y que perteneció a la Archiduquesa María Teresa de Austria. Su precio superó la estimación más alta, cercana a los 450.000 euros, cerrándose por encima de los 600.000.
Collar rivière de diamantes de Köchert de alrededor de 1900, vendido por 730.000 euros. La pieza pertenecía a la colección de la archiduquesa María Inmaculata de Austria-Toscana, duquesa de Württemberg, y tenía una estimación máxima de 450.000 euros.