A finales del año pasado y antes del bombazo (aunque ahora matizado) de los aranceles impuestos desde la Casa Blanca, las grandes casas europeas de moda y joyería como LVMH, o Richemont contaban con el crecimiento en las compras de los estadounidenses para compensar la débil demanda de China, su otrora gran mercado.
“Todo parecía perfectamente alineado a principios de 2025” asegura un analista del banco HSBC, tras la subida de los mercados bursátiles, el dólar, las criptodivisas y la confianza de los consumidores norteamericanos.
Pero los signos de debilidad ya comenzaron a asomar antes del anuncio del ‘arancelazo’ de Trump. Los datos de Citi Bank publicados el mes pasado mostraron que el gasto de las tarjetas de crédito estadounidenses en marcas de lujo cayó un 5% en febrero y en marzo, pese a crecer los dos meses anteriores.
Los analistas del fondo de inversión Vontobel advirtieron a principios de abril sobre la creciente «fatiga del lujo» y el deterioro de la confianza entre los consumidores estadounidenses.
En el caso de que las empresas no suban los precios de sus productos para compensar las pérdidas, Barclays prevé un impacto negativo en los beneficios del 1,5% en la división clave de moda y marroquinería de LVMH, y del 2,4% en otras firmas como Prada y Hermes.
El fondo de inversión Vontobel ha advertido sobre la creciente «fatiga del lujo» y el deterioro de la confianza entre los consumidores estadounidenses
En este escenario el grupo Kering podría recibir un golpe del 9%, debido a un menor poder de margen de precios, mientras que el fabricante suizo Richemont podría sufrir un descenso del 7%, según sus estimaciones.
Los informes de ventas del primer trimestre del año indicarían una ralentización en las compras de lujo hasta el 0,5%, frente al crecimiento del 3% de finales del 2024 según las estimaciones del HSBC, elaboradas antes de las recientes caídas de las bolsas.
 
								 
								 
											
 
								 
								 
															 
															 
															 
								