Por Germán Pajares | Empecemos por el vínculo histórico que existe entre ambos. Quizá nos sorprendería ver que en la historia no solo se asocian diamantes o gemas a marcas de relojes con marcada tradición joyera, como por ejemplo Cartier o Bulgari.
Podemos ver también como algunas de las firmas relojeras más tradicionales como pueden ser Patek Philippe o Breguet los han incorporado durante años, en modelos reconocibles por muchos de nosotros, como pueden ser el Twenty-4 de Patek o el Reina De Nápoles de Breguet. Y no digamos ya si hablamos de Rolex, con amplias colecciones con diamantes y piedras de color.
Pero sigamos adentrándonos en este breve viaje en el tiempo… ¿A que época creen que deberíamos retroceder para ver los primeros diamantes engastados en relojes?
DE LOS PRIMEROS RELOJES AL ART DECÓ
Siglo XVIII. Como muchos ya sabrán, el primer reloj de bolsillo data del siglo XVI, pero no fue hasta principios del siglo XVIII cuando Francia empezó a dar verdadera importancia al valor estético de los mismos, incorporando metales nobles y diferentes tipos de gemas.
En estos primeros relojes, los diamantes que incorporan son prácticamente en bruto, sin tallar, engastados en las tapas frontal y trasera.
Siglo XIX. El reloj de bolsillo era un símbolo de distinción entre la burguesía de la época, y un objeto de uso exclusivamente masculino. Este siglo es conocido como el siglo de la industrialización, un periodo de grandes cambios, también en la relojería, ya que en 1812 el relojero suizo Abraham Louis Breguet diseñó el primer reloj de pulsera.
Sin embargo, los caballeros de la época siguieron usando durante al menos 100 años más los relojes de bolsillo, quedando los de pulsera para uso femenino. Y esto marcará un nuevo principio para las gemas.
1920. Art Decó. Al incorporarse la mujer en el mundo de la relojería, también los diamantes lo hacen de lleno en los relojes. El máximo apogeo tuvo lugar durante el periodo del Art Decó (años 1920-1935), donde se empiezan a comercializar relojes con diamantes en caja y brazalete, algunos de ellos con tapa para ocultar la esfera del reloj y permitir la doble función pulsera-reloj.
El material usado fundamente en esta etapa era el platino, y los diamantes se tallan en los que se llamó con el paso de los años la talla Antigua, diamantes asimétricos y con deficiencias en las proporciones. El gran exponente en estos años fue Cartier, algunos de sus relojes de aquella época se ofrecen actualmente en las mejores casas de subastas y son objetivo de coleccionistas de todo el mundo.
DEL PERIODO RETRO A LA ACTUALIDAD
Fue a principios del Art Decó cuando el ingeniero Marcel Tolkowsky, de familia judía de talladores de diamantes, presenta en público un estudio acerca de las proporciones en las que debería tallar un diamante para alcanzar el máximo brillo y dispersión de la luz en su interior.
La talla brillante moderna está a punto de hacer su aparición. Pero como dice el dicho, las cosas de palacio van despacio, y no iba a ser lo contrario en el sector de los diamantes.
1940-1950- Retro. No fue hasta este periodo cuando los primeros diamantes en talla brillante moderna sustituyen a los de talla antigua. Este es un dato muy importante a la hora de datar piezas y para detectar falsificaciones de piezas antiguas. Es entonces cuando en este periodo, a principios de los 40, se empiezan a ver con más frecuencia diamantes dentro de la esfera de los relojes, en los índices, ya que hasta ese momento siempre se habían engastado en las cajas de los relojes.
1960. Finalizado el periodo Retro, y a partir de los 60, es cuando se produce el verdadero boom de los relojes-joya, para un público mayoritariamente femenino, pero siguiendo con nuestro viaje, con el paso de los años poco a poco también se hicieron para clientes masculinos.
La talla brillante sigue siendo la más popular, pero se van incorporando otras como Baguette o Carré. En estos años cada vez se le da más importancia al color y pureza de los diamantes que se utilizan, así como en avances técnicos a la hora de engastarlos en caja y bisel, o de presentarlos en la esfera, como Chopard, que en 1976 revolucionó el mercado con la colección de relojes con diamantes móviles en su interior, los Happy Diamonds.
Y ya mucho más recientemente, con el empleo de nuevas técnicas que son auténticos trabajos de ingeniería, como la firma Cartier con su modelo Révélationd’une Panthére, en donde 650 brillantes en el interior de la esfera al moverse forman la mítica cabeza de pantera de la casa francesa, lo que supone una técnica única y novedosa en el sector.