Esa es una de las principales conclusiones que la Confederación Internacional de Joyería CIBJO acaba de lanzar en su informe dedicado al cultivo de perlas. Un resumen de lo que el próximo mes de noviembre se debatirá en el Congreso anual que la asociación celebra, esta vez en Shangai.
PUBLICIDAD
“El informe analiza la investigación ambiental y bioquímica que se lleva a cabo sobre las perlas y en las aguas en las que viven las ostras perleras, y el probable impacto que esto tendrá en el cultivo de perlas, la comercialización y la calidad del producto en sí” señala el responsable del informe, Kenneth Scarratt.
“En las zonas de cultivo”, señala Scarratt, “se han recopilado pruebas importantes que indican que la exposición a los microplásticos puede afectar a la aparición de biominerales y a la genética de los propios bivalvos, lo que plantea una nueva amenaza potencial para estos organismos acuáticos”
“Todavía hay mucho que aprender de la enorme cantidad de trabajos que se están publicando, pero dados los ya importantes problemas de contaminación en nuestros océanos y vías fluviales, podría ser prudente monitorear continuamente la presencia de microplásticos en las aguas de recolección de perlas y también informar sobre la eliminación de aparejos de pesca y plásticos en general, escribe Scarrat.