El Osmio es un metal extremadamente raro y de cuya cristalización se encarga un laboratorio suizo que es el único en el mundo que ha logrado convertirlo en un producto exclusivo para la inversión, la joyería y la relojería. La directora del Instituto Español del Osmio nos revela sus secretos.
Empezamos por lo más básico, ¿qué es el Osmio?
El Osmio es un metal precioso perteneciente al grupo del platino, con el número atómico 76 en la Tabla Periódica y una de sus características más destacadas es su rareza: 10.000 toneladas de mineral de platino contienen sólo una onza troy (31,10 gramos) de este metal. Y además de raro también es escaso pues se estima que las reservas son de 17 metros cúbicos en todo el mundo de los que aproximadamente sólo 1 metro cúbico es extraíble. Esto supone una cantidad estimada en 22.000 kilogramos.
Si lo comparamos con el oro, por ejemplo, el osmio es 1.500 veces menos abundante pues las reservas estimadas del metal amarillo se sitúan en torno a los 13.800 metros cúbicos. Por hacerlo más gráfico: Si todo el oro ya extraído cabe en un cubo de 24 metros de lado, las reservas de osmio que aún están por extraer cabrían en un cubo de poco más de 1 metro de lado. Es decir, ¡en una habitación muy pequeñita!!
Sin embargo hasta ahora era conocido como un metal tóxico, ¿no es así?
Efectivamente, en su forma natural es un metal nocivo para la salud que viene en forma de polvo grisáceo pero eso cambió en el año 2013, cuando un laboratorio suizo consiguió cristalizarlo convirtiéndolo en ‘inofensivo’. A partir de estos procesos (más de 160 pasos) su estructura se convierte en millones de espejos diminutos que le proporcionan su extraordinario brillo característico, lo que se conoce como ‘Osmium Sparkle’ (brillo del osmio).
Además estos espejos tienen otra propiedad, ya que cada pieza es única lo que permite escanearla y almacenar los datos de modo que el comprador tiene un certificado de autenticidad único para cada pieza, que se denomina Código de Identificación del Osmio (OIC).

¿Es decir, que es imposible falsificar una pieza de osmio?
Una vez cristalizado no se puede alterar ni química ni mecánicamente, lo que impide que pueda falsificarse. Su estructura es como una huella dactilar, lo que permite al mismo tiempo su identificación. Los cristales están inclinados de una forma claramente única. Por ejemplo, en una pieza de Osmio de sólo tres milímetros de diámetro existen millones de microcristales que lo hacen imposible de reproducir. De hecho, su identificación es varias miles de veces más fiable que la de las huellas dactilares.
En una pieza de Osmio de sólo tres milímetros de diámetro existen millones de microcristales que lo hacen imposible de falsificar
¿En qué formato o formatos se presenta el Osmio cristalizado?
Principalmente se comercializan en forma de plaquetas o discos que se cortan durante la producción mediante láser y son las formas más habituales para la inversión. Al hacer el corte mediante electroerosión por alambre se producen a su vez otras piezas más pequeñas en forma de triángulo, estrella o ‘diamante’ que se pueden comprar a partir de 50 euros. Luego están las formas más complejas, que son las utilizadas en joyería.
Un dato a tener en cuenta es que, cuando se mira una pieza de Osmio cristalizado y se le da la vuelta, la parte inferior es lisa y metálica, pero no es brillante como la superficie. Sin embargo todo es Osmio. Lo que ocurre es que en la superficie es donde se forman los cristales que se van acumulando durante el proceso de cristalización, que crecen hacia arriba, mientras debajo va quedando la parte sólida. Cuanto mayor es el tiempo de cristalización, mayores serán los cristales de la superficie y, por lo tanto, mayor es su brillo.

Volviendo a su rareza, es imprescindible hablar de su precio. ¿En qué entorno se mueve y cómo cotiza el Osmio?
Si, efectivamente su extraordinaria rareza hace que actualmente el valor total de mercado del Osmio se estime en aproximadamente 40.000 millones de euros a precio actual. Sin embargo su precio se calcula diariamente en Suiza teniendo en cuenta múltiples factores y en base a nuestras proyecciones la cifra podría incrementarse hasta los 200.000 millones de euros.
El precio se publica a diario en varias páginas webs de finanzas alemanas y en la página web www.osmium-preis.com/en y en la actualidad se sitúa en torno a los 1.800 euros netos el gramo, que es la medida con la que se comercializa este metal.
¿Cómo se determinan esos precios?
Influyen varios factores donde por supuesto entran la oferta y la demanda, como es lógico, pero también otros como el consumo energético durante los procesos de cristalización, la disponibilidad de osmio en bruto, el número de hornos activos, o la tasa de descarte tras el proceso, pues no todo el metal cristalizado supera los estándares de calidad exigidos por el mercado de la joyería y de los relojes, de modo que a veces es necesario cristalizar varias veces. Todos esos datos se incluyen en un algoritmo que, sin intervención humana, genera el precio de mercado.
Pero además me gustaría señalar un factor clave a la hora de la inversión en este metal y es lo que se conoce como el ‘Big Bang’ del Osmio: El mercado del Osmio se abastece únicamente por una empresa suiza que es la única conoce el secreto de cómo cristalizar del metal y el único canal de comercialización es el Instituto del Osmio por tener un acuerdo exclusivo con la empresa cristalizadora suiza.
Por lo tanto, si se llega a la indisponibilidad, esta evolución de los precios podría dispararse y desencadenar un incremento exponencial de su valor pues la única manera de conseguirlo será comprándolo a otro propietario. Es difícil de predecir cuándo llegará ese momento y por eso el Osmio se recomienda como una inversión a largo plazo y en modo alguno como una inversión para especular.

Has comentado antes que sólo hay un canal autorizado de venta, el Instituto del Osmio, ¿Cómo se comercializa?
El Instituto para la Comercialización y Certificación del Osmio de Alemania es nuestra sede central y es el que se encarga de garantizar que el comercio y el procesamiento de este metal precioso se realicen de manera uniforme y controlada en todo el mundo a través de la red de institutos del osmio.
Actualmente ya somos más de 1.500 distribuidores y mayoristas presentes en más de 40 países de los cinco continentes. Los Institutos del Osmio locales cuentan con personal especializado y se encargan del comercio del Osmio en el mercado local y de resolver las dudas de los clientes en aspectos como la importación, exportación, el transporte, seguros, además de administrar y generar contenido en sus páginas web, redes sociales… etc.
En definitiva, los Institutos son quienes lanzan este producto al mercado pero las tareas comerciales las llevan a cabo los comercios o mayoristas acreditados.
A nivel de comercialización nuestro principal colaborador en España es la empresa Silver Gold Patrimonio, con sede en Málaga
¿Cuándo llega a España y cómo se puede comprar aquí?
El Instituto Español del Osmio se constituye en 2018 y actualmente soy su directora y responsable de la difusión de la comunicación de este nuevo metal precioso para resolver cualquier duda que pueda surgirle a los usuarios. A nivel de comercialización nuestro principal colaborador en España es la empresa Silver Gold Patrimonio, con sede en Málaga, que ha ampliado su cartera de productos y ofrece ahora también el osmio cristalino a sus clientes para diversificar su cartera de inversiones.
Además el metal se puede adquirir también de forma segura en la web www.buy-osmium.com/es/shop/OSMIO
Antes nos comentabas que la compra de Osmio está recomendada como una inversión a largo plazo pero, ¿Qué ocurre si algún cliente decide desprenderse de su metal?
Exacto. De hecho en Estados Unidos ya lo denominan el ‘metal de la próxima generación’ puesto que se está convirtiendo en un bien que puede pasar de padres a hijos sin perder valor. Pero en el caso en el que un inversor se vea en la necesidad de desprenderse de este activo, los vendedores privados disponen de un marketplace seguro donde ponerlo a la venta.
El usuario debe registrarse en la web www.osmium-marketplace.com y allí, introduciendo el Código OIC, que es el que acredita la autenticidad de la pieza y lo vincula con su propietario, puede introducir el diferencial (positivo o negativo) que desea obtener con la transacción. Es decir, lo puede poner al precio del mercado en ese momento, o bien introducir un descuento, de modo que pueda obtener liquidez más rápidamente.
El contacto entre vendedor y comprador habitualmente se realiza a través del gestor del marketplace, aunque se pueden negociar los términos entre ambos, como en cualquier otro mercado libre.
Centrándonos en nuestro Sector, ¿Cuál es el uso del Osmio en joyería y relojería?
El Osmio cristalizado es una excelente opción para el diseño de joyería y para incrustaciones en relojería. De hecho, conocidas marcas como las suizas Hublot o Ulysse Nardin ya cuentan con ediciones exclusivas donde la esfera está decorada con este metal.
A nivel de joyería el Osmio se emplea engastado sobre las monturas como si fuesen diamantes o piedras de color debido al excepcional brillo de su superficie cristalina. Las opciones son infinitas pues el metal permite formas troqueladas que se cortan como el diseñador desee.

¿Cómo se prepara esa pieza para cortar?
Basta con preparar el diseño deseado e indicar grado de cristalización (grano) y el grosor (altura) de la pieza que se necesita. Una vez definidos se envían a la empresa alemana Oslery GmbH que es la encargada de procesar el metal para el uso en joyería y cortarlo de forma optimizada para que la pérdida sea la menor posible. La empresa Oslery GmbH le puede acompañar en cada paso de este proceso, desde el diseño hasta la finalización de la pieza de joyería.
El brillo de la superficie del metal se clasifica en cinco grados, que van desde el nivel 1 que es el más fino y se emplea para pequeñas piezas o para recortar letras como iniciales, por ejemplo. El nivel 5 es el más rugoso y se usa para piezas más voluminosas, más espectaculares. A mayor nivel el reflejo también es mayor de modo que puede verse hasta a 30 metros de distancia con la luz del sol.