La marca de la corona es sin duda un icono relojero mundial a nivel de ventas y de prestigio, pero la cara oculta es que esto supone el pago de un alto precio, no sólo para la firma y sus concesionarios, sino sobre todo para sus clientes.
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Rolex es la marca más falsificada del mercado y sus propietarios los que más robos sufren. Según un estudio del portal The Watch Register (especializado en el registro de robos de artículos de arte y lujo) los modelos Daytona, GMT y Oyster Perpetual representan el 44% de todos los robos. Y en el mercado internacional, más de la mitad de las falsificaciones corresponden a la manufactura suiza.
Falsificaciones cada vez más ‘profesionales’
Los datos publicados en 2023 por otro portal similar, Watchfinder&Co, indican que cada años se venden aproximadamente (pues es imposible tener datos concretos) más de cuarenta millones de relojes falsos en todo el mundo. “Hace cinco años, el 80% de los relojes falsos eran reconocibles, mientras que solo el 20% requería una inspección más detallada” según sus estimaciones.
El problema es que hoy en día se le ha dado la vuelta al dato: “El 80% de los relojes falsos son lo suficientemente buenos como para parecer reales a simple vista, y solo el 20% son falsificaciones obvias. Las ventas de relojes falsificados han aumentado y ya representan casi el 35% de las transacciones de relojes” explican.
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Para poner freno a esta sangría Rolex ha presentado ante la Oficina Internacional de Patentes y Marcas una solicitud para un programa de trazabilidad diseñado para demostrar la autenticidad y la propiedad de un reloj.
Esta aplicación incluye un chip instalado en sus nuevos relojes y una aplicación que se instalaría en el móvil del propietario en el que se almacenarían los datos del cliente, del modelo, el fabricante, o el lugar donde se compró. Esta información estaría almacenada en un sistema de blockchain que haría prácticamente imposible alterar esos datos.
Según algunos expertos del sector relojero hay algunas empresas de otras marcas que también están trabajando sobre la autentificación y el seguimiento de los relojes, pero el desafío de identificar instantáneamente si un reloj es genuino o falso y obtener información como quién lo compró y vendió, sigue vigente”.