En un comunicado, la Asociación de Fabricantes de Bisutería Sebime muestra su preocupación por un conflicto justo cuando el sector comenzaba a recuperarse de las repercusiones de la pandemia. “Desde el inicio de la Covid-19 en 2020 y el posterior avance de la pandemia, la industria bisutera no ha sido ajena a las dificultades, mostrándose una bajada drástica en las ventas, la cancelación y aplazamiento de pedidos, el aplazamiento de cobros, la cancelación de eventos y ferias, la paralización de la cadena de suministro de materias primas y, por consiguiente, la parada de todo el proceso productivo”.
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Tal y como indican desde Sebime, a partir de septiembre 2021 se reactivó la celebración de ferias del sector, lo que permitió “cierto optimismo ante la recuperación de los niveles de ventas”.
“Pero esta recuperación se verá ralentizada debido a la actual inestabilidad de los mercados provocada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, que ha ocasionado que durante las últimas semanas se haya disparado el precio de las materias primas” añaden.
EVOLUCIÓN PRECIOS LATÓN

Los metales que se usan en bisutería, en especial el oro, la plata, el latón, el Zamak, el peltre, el níquel (utilizado en los accesorios que no están en contacto con la piel, como pueden ser adornos para bolsos o calzado), han iniciado una escalada de precios nunca vista hasta ahora.
EVOLUCIÓN PRECIOS ESTAÑO (85%PELTRE)

Repercusión de costes
Así, la mayoría de fabricantes se han visto obligados a repercutir el aumento de coste de las materias primas, en el precio de venta de sus productos, restando competitividad a sus empresas.
Todos los indicativos apuntan a que esta tendencia alcista en los precios puede continuar afectando muy negativamente a nuestro sector, que ahora empezaba a recuperar el ritmo de ventas prepandemia.
Aparte de esta consecuencia, también puede afectarnos a corto/medio plazo en tres aspectos clave:
- La incertidumbre de los mercados provocará que el acceso a la financiación sea más caro.
- Falta de confianza por parte de los consumidores, debido a la incertidumbre económica y el retraso en la recuperación. No olvidemos que la bisutería no es un artículo de primera necesidad, por lo que su consumo se retrae primero que el de otros artículos.
- Afectaciones de la guerra en los países fronterizos con Ucrania.
“La bisutería es un eslabón dentro de una cadena mucho más larga y preciada. Unida a las creaciones de ropa y calzado, la gastronomía, la artesanía y la cultura, proporciona a la sociedad un sinfín de experiencias, apuntala una oferta complementaria imprescindible para una industria turística de calidad, contribuyendo, asimismo, al mantenimiento de un tejido productivo diversificado” indican desde Sebime.