La localidad tarraconense de Vila-Seca, sede del conocido parque de atracciones Port Aventura entre otras muchas propuestas culturales y de ocio, fue escenario el pasado fin de semana de una iniciativa en la que se dieron cita creadores de joyería contemporánea, sumilleres y músicos en un encuentro que reunió a más de 150 personas en el marco del Celler de Vila-Seca, un espacio-museo dedicado al vino.
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Bajo la denominación ‘Tap de Suro’ (tapón de corcho, en castellano) el encuentro contó con una charla joyera en directo con Lluis Comín y Rosa Nogués, acompañados desde Milán en un video por Eliana Negroni, impulsora de la iniciativa italiana Gioelli in Fermento, que celebró diez ediciones hasta 2021 en la región de Emilia-Romagna, al sur de Milán.
En el recinto también se expusieron diferentes piezas de joyería de los alumnos de la Escuela de Arte y Diseño de la Diputación de Tarragona.
La ‘fermentación’ de la joya
Lluis Comín nos explica precisamente estos paralelismos entre vino y joyas que se buscaba con el encuentro: Uno de ellos es la palabra fermentar, el vino tiene un proceso de fermentación que de algún modo también ocurre en la joya. «En mi caso, por ejemplo, hay determinadas piezas que han podido estar ‘fermentando’ durante meses e incluso años hasta que las di por concluidas» asegura el autor.
Otro de los paralelismos es el pensamiento simbólico, el ritual. «La joya, qué duda cabe que tiene ese valor sobre todo en sus inicios, en sus primeras formas y al mismo tiempo, más ritual que el cáliz y el vino yo creo que pocas cosas hay en nuestra cultura».
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«El vino es un elemento de celebración, de alegría y la joya, en general, también. Es un brindis, una prueba de amor, de amistad… Fue un encuentro muy enriquecedor pues creo mucho en las sinergias entre mundos parecidos y sobre todo es interesante para salir un poco de la endogamia que se genera en un sector como el nuestro» nos aclara Comín.
Cata de vinos
Posteriormente se dio paso a una cata de vinos que incluía un cava, dos vinos blancos y un tinto de diferentes bodegas del territorio bajo la guía del enólogo Oriol Pérez de Tudela.
La música, intercalada entre sorbo y sorbo, corrió a cargo de la formación Guillem Anguera Quartet, formado por los músicos Xavier Pie, Guillem Anguera, Pau Duran y Alexis Lanza.