El precio del metal precioso atravesaba a medio día de hoy la barrera de los 100 euros el gramo. El conjunto del sector joyero, nacional e internacional, nos ha trasladado su “gran preocupación” porque nada indica que, superada esta barrera, no siga disparado hasta niveles insospechados.
De hecho es el tema central de todas las conversaciones en la feria de Vicenza que se celebra estos días y fuentes consultadas por este Diario afirman que se habla de que pueda alcanzar los niveles de 110/120 euros por gramo a finales de este año y que incluso se sitúe en el entorno de los 150 euros a lo largo de 2026. Poca broma.
Y la causa, aparte de las tensiones geopolíticas internacionales, tiene un nombre propio: Donald Trump. Desde que el excéntrico inquilino de la Casa Blanca llegó al poder el pasado 20 de enero el precio del metal se ha disparado un 35%. Aparte de sus erráticas políticas arancelarias están sus presiones para devaluar el dólar y hacer así más competitivos sus productos en el mercado internacional.
Pero ese es un arma de doble filo, como apuntan los economistas. La devaluación, junto a la más que probable bajada de tipos de interés por parte de la Reserva Federal norteamericana hacen que mirar a los Bonos del Tesoro de EE.UU ya no sea tan interesante para los inversores.
“Espero que el precio del oro siga subiendo, impulsado porque parte de la demanda extranjera seguirá desplazándose de los bonos del Tesoro al oro, a medida que pierden confianza en Estados Unidos”, explica un economista estadounidense al Financial Times.
La inversión, como refugio
La otra cara de la moneda es el oro destinado a la inversión. Como nos explica nuestro colaborador Juan Turpín, fundador de la firma Inverlingold, “cuando el dinero tiene miedo y la economía internacional es impredecible como hoy día, el único refugio seguro son los metales preciosos”.
Precisamente Turpín fue de los pocos que ya, a finales del año pasado, apuntaba a que efectivamente el oro cruzaría la barrera de los 100 euros/gramo. El ‘matonismo’ económico que practica Trump le ha dado la razón.
 
								 
								 
											
 
								 
								 
															 
															 
															 
								