La escultora y joyera Liane Katsuki nos ‘presta’ sus ojos para visitar una interesante exposición sobre arte y joyería armenia que se celebra estos días en el Drents Museum, en la localidad holandesa de Assen. Un repaso a la tradición artística de este país, que ha sido desde hace milenios un centro estratégico entre Oriente y Occidente.
PUBLICIDAD
“El Museo exhibe 160 obras maestras que juntas representan lo que la investigación arqueológica ha revelado sobre la larga prehistoria de este país” nos explica Katsuki.
La muestra tiene como eje central el conocido Monte Ararat (3.896 y 5.165 metros en sus dos picos) y sagrado para los cristianos armenios. Según el Génesis, el Arca de Noé se posó en esta montaña después del Diluvio. Aunque el Monte Ararat se convirtió en turco en 1920, los armenios todavía están bajo el hechizo de su montaña sagrada en la actualidad.
PUBLICIDAD
Armenia es el país más pequeño del sur del Cáucaso, con casi el mismo tamaño que Bélgica. El Cáucaso es una región volcánica que limita con Europa y Asia. A lo largo de los siglos, los volcanes proporcionaron materias primas importantes para los ocupantes de la región: obsidiana (vidrio volcánico), toba y basalto.
IMÁGENES DE LA MUESTRA
Detalle del mapa de Tierra Santa y Armenia de la Crónica Mayor (ca. 1240-1253) de Matthew Paris. El arca descansa sobre dos picos del Ararat. Entre las puntas (en negro) serpientes, por fuera (en rojo) dragones.
Liane Katsuki en la entrada de la bellísima exposición. En primer plano una representación del Arca de Noé.
Collar pectoral con una longitud total de 62 cm de una tumba en Karashamb, con un ágata ovalado bellamente tallado, abalorios de cornalina y oro y abalorios espaciadoras de oro engastadas con cornalina. 2200-2000 a.C.
Collar de 120 cm de largo con 93 cuentas de cornalina del campo funerario de Lori Berd, siglos XV-XIII a.C.
Varias cadenas con ágatas, cuarzos y cornalinas. 700-600 a.C.
Una criatura de fantasía de hueso tallado (h. 3,6 cm), de pie sobre una rama de palma. La criatura mixta tiene el cuerpo de un león con alas y una cabeza humana peluda. 800-700 a.C.
Jarra de cristal (17,5 cm) con la forma del retrato del emperador romano Caracalla (211-217 D.C). Muestra a un anciano con cabello rizado, barba, pliegues prominentes de piel sobre los párpados y labios fruncidos. Este excepcional objeto se sopló con un molde de tres piezas.