Por Jaume Labro | Después de haber visitado la feria desde hace ya varias ediciones, una de las primeras impresiones que me llamaron la atención es el retroceso paulatino que viene experimentando el conocido como Grand Hall, el espacio donde se ubican las marcas más representativas de la alta joyería.
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Hoy sólo unas pocas marcas internacionales siguen allí, lo que indica que a los expositores les cuesta recuperar la importante inversión que supone esta feria. Ahora dominan empresas de ámbito local o regional como por supuesto Hong Kong, además de China e India, aparte de alguna tailandesa, japonesa… y poco más.
Dos ferias, cinco días
Hay que tener en cuenta que en Hong Kong se celebran dos ferias de forma casi simultánea: Primero la Diamond, Gems & Pearl Show, del 27 de febrero al 2 de marzo; mientras que del 29 de febrero al 4 de marzo tiene lugar el Jewelry Show, la feria más amplia de joyería.
Son cinco días para cada evento que a muchos expositores se les hicieron largos puesto que ya los últimos dos días apenas quedaban compradores por los pasillos, especialmente en el área de gemas. Los compradores chinos, mayoritarios en ocasiones anteriores, tuvieron una asistencia notablemente reducida este marzo.
Con todo estamos hablando de unas ferias con cifras estratosféricas si las comparamos con las citas europeas
Las exposiciones atrajeron a unos 81.000 compradores de 137 países y regiones. El Salón de Diamantes, Gemas y Perlas reunió a más de 31.000 compradores de 125 países y regiones, mientras que más de 49.000 compradores de 132 países y regiones se unieron al Salón de Joyería.
Aun así no es ningún secreto que a nivel global los compradores son cada vez más cautelosos por la desaceleración del consumo. Y a esto se le suman los importantes costes de exposición en ferias internacionales y un incremento de las materia primas (del que hablamos al final del artículo) que estrangula paulatinamente más al fabricante de joyas.
Aun así los más optimistas dicen que en septiembre todo será mejor (Así ha sido la feria tradicionalmente), por lo que en pocos meses veremos si están acertados.
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Repaso a los precios de gemas
Para no entrar en detalles muy técnicos, unas breves pinceladas sobre la evolución en los precios de las gemas que pudimos ver en la feria:
Difícil encontrar esmeraldas de alta calidad. Y si estaban disponibles, su precio era muy alto. Muy poco material ‘decente’ de esmeralda zambiana en general en la feria.
Los zafiros azules (con tratamiento de calor) de Sri Lanka también tenían precios muy fuertes. El valor medio para zafiros azules de 1ct + de grado medio está entre 500 y 700 dólares/ct, mientras los de 2ct sueltos de grado medio están entre 800 y 1.200 dólares /ct. Los colores fantasía hasta 1,5cts todavía eran asequibles y, eso sí, muchos productos pequeños por todas partes.
Las perlas, el producto más demandado: Tanto, que en ocasiones era necesario abrirse paso entre multitudes de personas solo para entrar a un puesto. El foco está predominantemente en las Akoya y en menor medida las South Sea y Tahitianas.
De las perlas chinas de agua dulce solamente las grandes y alta calidad tenían tráfico de gente con interés. Pero también un detalle: Después de hablar con algunos vendedores japoneses nos dijeron que hay interés y mucho tráfico, pero que las ventas han bajado mientras que los precios siguen subiendo.
El diamante natural estaba ‘tranquilo’ con precios muy asequibles comparado a la feria de marzo del 2023. Y los diamantes de laboratorio se podían, en general, encontrar con descuentos de entre el 97%-98,5% respecto a los precios del mercado natural.
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Otras gemas como la turmalina en bruto se veía a precios insoportables, especialmente para el material limpio. Una pieza de turmalina sandía en bruto (watermelon tourmaline) de 15 gramos limpia, a un precio de 600 dólares/gramo. Por su parte la amatista en bruto de calidad se podía encontrar a unos 1.900 dólares/Kg.
Y es que esta gema parece estar marcando tendencia en el mercado chino. La joyería del país está empezando a producir piezas en plata con amatista que se venden a precios elevados, entre los 300 y 900 dólares.
Jaume Labro es joyero español afincado en Japón y colaborador de DIARIOJOYA para los eventos en el Lejano Oriente. Más info sobre su trabajo: www.jaumelabro.com
