Ángeles Loaiza, diseñadora textil de profesión con más de 20 años de experiencia encuentra su pasión en la joyería creando su marca Trimori Joyería. Para sus diseños emplea como elemento principal la Talavera certificada, típica del Estado mexicano de Puebla, una tradición artesanal considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Hoy nos muestra su propuesta para el Proyecto Denisova II.
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¿Qué se siente al dar una nueva vida a una joya que en su momento creó un orfebre hace cientos o miles de años?
Se siente una gran emoción y responsabilidad. Me doy cuenta que la creatividad de los seres humanos es inalcanzable y que sobrepasa cualquier cosa, sin importar el tiempo y el lugar. El ser humano necesita comunicarse, expresar sus sentimientos y emociones.
¿Por qué te has decidido por esta pieza en concreto?
Por varias razones. Primero porque estaba buscando una pieza que me atrajera visualmente, con la que me identificara, que tuviera que ver con la naturaleza y que me llevara a conocer una nueva cultura y su historia.
Como diseñadora textil de profesión, me gusta imaginarme piezas que se puedan usar como algún tipo de prenda de vestir.
¿Qué materiales y técnicas has empleado?
La pieza está elaborada en plata, característica del área de Torreón en el estado de Coahuila, el lugar en el que vivo actualmente así como la Talavera (una técnica de decoración de cerámica) típica del Estado de Puebla, el lugar en donde nací y que se ha convertido en el ADN de mi marca. Se utilizó la técnica de calado, bruñido y cincelado para darle el acabado. He utilizado la Talavera para dar a conocer al mundo una técnica ancestral, elaborada 100% de manera artesanal y que me representa como mexicana.
El mensaje que quiero dar con esta pieza es la importancia de darle sabor a la vida, de encontrar la alegría en cada momento, de festejar y disfrutar de lo que hacemos, al estar haciendo la investigación y leer que esta corona se encontró en una tumba en una región donde se han descubierto varias tumbas y que está en lo que ahora se conoce como el Valle de las Rosas y es donde se lleva a cabo el Festival de las Rosas en Bulgaria.
Al darme cuenta que tan cerca está la muerte (las tumbas) de lo que nos hace sentir vivos, la fiesta (El Festival de las Rosas) me hizo reflexionar y pensar en la importancia de no perder la alegría en cada cosa que hagamos y entonces fue cuando elegí que lo representaría con la Fiesta de la Vendimia que se lleva a cabo en el estado de Coahuila, México y por eso escogí las hojas de parra y utilicé los círculos de talavera para representar las uvas.
La joyería, todos lo sabemos, se ve siempre desde fuera como un ‘lujo’. ¿Cómo podemos transmitir que es mucho más que eso?
Para mí la joyería es un sentimiento, es arte, es expresión, he vivido en carne propia el claro ejemplo de cómo a través del diseño y la pasión, se puede volver una terapia psicológica, ayudando a sanar personas con problemas psicológicos cuando estaban atorados en alguna situación difícil y logran salir del problema por medio de la expresión del arte.
La joyería es un medio para transmitir lo que estamos pensando, es sentirnos identificados con algo o con alguien, la joyería cuenta historias, revive momentos, te hace sentir especial.
Crees que iniciativas como el Proyecto Denisova son imprescindibles para seguir comunicando a todo el mundo que la joya es un elemento imprescindible en nuestra sociedad?
¡Claro que si! Por eso ha sobrevivido a través de miles de años y ha estado presente en tantos momentos importantes a través de la historia.
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¿Eres joyera por tradición o por vocación? ¿Cómo fueron tus inicios?
Soy joyera por pasión y vocación, descubrí la joyería en un momento en el que estaba pasando por una situación personal muy difícil y para mantenerme ocupada (porque además me aburría en las tardes cuando me encontraba de viaje) decidí ir a la Universidad a buscar algo que me mantuviera ocupada.
Fui a pedir informes y la persona que me recibió era el director del diplomado de joyería, desde que le pregunté que diplomados ofrecía la Universidad me contesto que el tenía el que me iba a encantar y así fue, desde que entré al taller no he podido dejar de diseñar piezas.
En un principio las personas comenzaron a comprarme las piezas que yo hacía para mí, gente desconocida y conocida, entonces me di cuenta que mi trabajo gustaba y decidí crear mi propia marca, a la que mi hija que en ese momento tenía 10 años, le puso Trimori que significa ‘Tres amores’: mis 2 hijos y yo.
Desde un principio tuve muy claro que la joyería sería para mí un medio para poder ayudar personas vulnerables, así que desde que surgió la marca, ese mismo año surgió a la que llamé la campaña “Siempre Juntas” con la cual por medio de una pieza de joyería que se lanza cada año se recaudan fotos para mujeres con cáncer y se hacen donativos a la Fundación Fuerza Rosa Laguna.
Así como supe que la marca serviría como medio para hacer labor social, también supe que quería que mi joyería llevara elementos de mi ciudad natal Puebla y la ciudad que me acogió Torreón, creando la mezcla perfecta con la talavera certificada y la plata.
PARA SABER MÁS
www.instagram.com/trimorijoyeria
@trimorijoyeria