Licenciada en Bellas Artes, María Ángeles del Álamo ha dedicado parte de su trayectoria profesional a la pintura y el grabado. Con posterioridad comienza su interés por la joyería y por ello a investigar el volumen a pequeña escala.
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Su propuesta para el Proyecto Denisova II se basa en una pieza del siglo XIX pero que contaba ya con un importante avance tecnológico…
¿Qué se siente al dar nueva vida a una joya del pasado?
Emoción y respeto por la persona que ha ejecutado la joya y curiosidad por la persona que la llevó.
¿Por qué te has decidido por esta en concreto?
Porque pone en valor la importancia de las joyas en momentos importantes de nuestra vida, como adorno o como símbolo.
Háblanos más de la pieza que presentas.
Es un collar de luto, pero interpretado como homenaje a la persona fallecida. He usado cuentas de azabache de un collar familiar y además lleva piezas ovaladas de plata, con un colgante contenedor en plata, cerrado con una casquilla, por medio va un cristal. El cierre es de caja en plata. Las cuentas de azabache y plata van enfiladas.
¿Entiendes la joyería como algo más allá del lujo?
Las joyas se valoran en general por su valor pero se regalan en momentos especiales, compromiso, nacimientos.
Crees que iniciativas como el Proyecto Denisova son imprescindibles para seguir comunicando a todo el mundo que la joya es un elemento imprescindible en nuestra sociedad?
Proyectos como Denisova, ponen en valor de la joyería, ayudan a dar visibilidad a joyas de épocas anteriores y crean curiosidad, de técnicas, materiales… etc.
¿Cómo fueron tus inicios? Cuéntanos algo más de tu trabajo
Soy joyera por vocación, hice Bellas Artes y desde el mundo de la creación ha sido fácil seguir creando y diseñando, respecto al trabajo de taller intento ir sumando experiencia con cada pieza realizada.
SOBRE LA AUTORA