Por Erika Junglewitz | Hoy me dirijo a vosotros con sentimientos encontrados, llenos de gratitud y nostalgia, mientras escribo mi carta de despedida como presidenta de nuestra asociación.
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Después de treinta años al frente de AETA, desde su fundación hasta el día de hoy, ha llegado el momento de ceder el testigo y dar paso a nueva savia y nuevo liderazgo. Con gran tranquilidad y confianza en el futuro puedo anunciar que Jesús Ángel Ruiz Mayoral, hasta ahora vicepresidente, asumirá la presidencia a partir de este momento acompañado por una junta de compañeros y compañeras que todos conocéis.
«No puedo expresar lo suficiente la gratitud que siento hacia quienes habéis sido parte integral de este proyecto. Habéis contribuido a dar contenido a AETA, y sin vuestra dedicación y apoyo, no habríamos llegado tan lejos a la hora de crear una nueva profesión»
Agradezco a las socias y socios, antiguos y recientes, su inquebrantable confianza y compromiso, a los compañeros de la junta directiva, cuyo tiempo y esfuerzo han sido fundamentales. Juntos hemos superado desafíos y hemos construido una comunidad basada en la pasión por las joyas y por el trabajo bien hecho.
No quiero olvidar mencionar a nuestros generosos mecenas, quienes han respaldado nuestras actividades y nos han permitido llevar a cabo nuestros proyectos con éxito. Sus contribuciones desinteresadas han sido vitales para el crecimiento y la continuidad de nuestra asociación. También quiero agradecer a los periodistas y medios de comunicación que han difundido nuestra labor desde sus inicios, brindándonos una plataforma para dar a conocer nuestra labor y atraer la atención del público.
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Mirando hacia atrás, me satisface que hemos establecido estándares de excelencia en la tasación de joyas, hemos educado y asesorado a innumerables personas interesadas en este apasionante mundo, y hemos creado un legado que trasciende mi mandato como presidenta.
Tengo confianza en el futuro de AETA con una nueva junta, aunque también me invade la nostalgia al dejar atrás esta responsabilidad que ha sido parte de mi vida.
Por último, quiero animaros a continuar trabajando juntos en beneficio de nuestra profesión. AETA es más que una asociación; es una comunidad unida por el amor a las joyas y el deseo de profesionalizar la tasación. Sigamos apoyándonos mutuamente, compartiendo conocimientos y experiencias, y actualizándonos en un sector tan cambiante como lo es la gemología y la joyería.
Con profundo afecto y gratitud,
Erika Junglewitz. Ex Presidenta de AETA