Un artículo de Victoria Palomar | Con motivo de su 400 aniversario, la cofradía penitencial vallisoletana de la Santa Vera Cruz convocó un concurso para diseñar y realizar la nueva corona de su Patrona. Un certamen que ganó el joyero local Antonio Zúñiga y cuyo trabajo final se dio a conocer recientemente.
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Antonio Zúñiga es socio de AETA desde hace muchos años. Se formó como Gemólogo, Especialista en Diamante y Tasador, además de otras especializaciones, aparte de trabajar como joyero artesano de segunda generación en su taller de la ciudad del Pisuerga.
La Asociación de Tasadores quería estar presente en esos momentos tan importantes y así fuimos una pequeña delegación de socios. Visitamos el Templo donde se encuentra la Virgen ya coronada y el taller de joyería de Antonio donde se hizo esta impresionante pieza.
Está realizada en metales nobles, con plata como base y oro, además de piedras preciosas como esmeraldas y jaspe sanguino. Un trabajo de meses de duración.
Como toda visita que se precie, tiene un componente gastronómico- cultural, así que seguimos con un recorrido nocturno guiado por el casco antiguo de Valladolid donde nos mostraron parte de la historia de la ciudad y sus edificios religiosos y civiles más importantes.
Visitamos también el Museo Nacional de Escultura que actualmente ocupa tres edificios históricos, el Colegio de San Gregorio, El Palacio de Villena y la Casa del Sol. Este museo alberga un gran número de importantes esculturas del barroco y renacimiento español, tales como la Magdalena penitente de Pedro de Mena, el Entierro de Cristo del manierista Juan de Juni y el Cristo Yacente de Gregorio Fernández.
Joyas de Oriente
La siguiente visita fue al Museo Oriental donde conocimos los objetos más destacados de la cultura asiática. En las salas dedicadas a China encontramos bronces, piezas de porcelana desde el siglo II a de C. hasta el siglo XIX, orfebrería en plata, esmaltes, esculturas de jade, esteatita, madreperla, etc.
En las salas dedicadas al arte Filipino, encontramos una rica colección de imágenes de santos, ornamentos litúrgicos grabados y litografías. Se ilustra la historia del Galeón de Manila o Galeón de Acapulco. Pero sin duda, destacan la colección de marfiles hispano-filipinos de los siglos XVII al XIX.
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En las salas de arte japonés se exponen obras originales y refinadas tales como esculturas budistas en madera lacada y dorada y piezas de origen cristiano, lacas, esmaltes “Cloisonné” y “Musen”, coloridos kimonos, máscaras de teatro y lujosas porcelanas de “Iman” y “Satsuma”.
Desde AETA, queremos darte la enhorabuena Antonio por tu trabajo y también darte las gracias por tu tiempo y dedicación en este fin de semana con nosotros.
Victoria Palomar es socia de AETA y miembro de la junta directiva de la Asociación.