Cuando uno asume una posición de responsabilidad en el liderazgo de una organización, por lo general debe estar preparado para un cambio dinámico. El año pasado superó cualquier expectativa, y de manera negativa. El pueblo de Ucrania se vio envuelto en los combates y la violencia y, trágicamente, ha soportado la peor parte de una guerra trágica. La cadena de suministro de diamantes naturales se interrumpió y las consecuencias políticas y económicas han sido considerables.
Como resultado de la guerra, los precios de la energía explotaron en Europa y en otros lugares. La inflación alcanzó niveles que no podríamos haber soñado un año antes y el estado de ánimo de los consumidores cambió. Nos referimos a la situación con deliberada subestimación, como “un año desafiante.
Mantenerse neutral en el aspecto político en 2022 fue complicado. Los consumidores exigían garantías de que los diamantes que compraban no contribuían a la guerra en Ucrania, mientras que los centros de producción de diamantes y joyas necesitaban defender a sus trabajadores y dependientes.
Críticas desde dentro y fuera del sector
Nuestra neutralidad dio lugar a críticas por parte de los de fuera y de la sociedad civil, y también de algunos de dentro. Equilibrar los diversos intereses de una organización internacional siempre es complicado, y especialmente en momentos como este, donde muchos actores de nuestra cadena de suministro se sienten muy convencidos de lo que están presenciando en las noticias todos los días.
Era y es el ‘elefante en la sala’, especialmente cuando se va a conferencias y eventos donde se nos pide que hablemos sobre la cadena de suministro en estos tiempos de guerra. Hemos tenido que dejar de lado nuestras opiniones personales para preservar a WDC como una organización representativa.