El Gremio de Joyeros de Valladolid celebró el día de su patrón con un encuentro entre la joyería y la tradición imaginera de la ciudad devolviendo a su ubicación, tras un proceso de restauración, de las tallas de la Virgen del Val y San Eloy.
“Con este acto nuestro Gremio rescata tanto una parte del pasado de un oficio que fue protagonista de primer orden en el momento de mayor gloria de nuestra ciudad, al tiempo que reivindicamos el puesto que nuestra profesión merece en la artesanía y el comercio” explicó en la presentación el presidente del Gremio, Antonio Zúñiga.
Tenemos la “ilusión y orgullo de representar un oficio que desde siglos se fundamenta en la confianza, además de ser los artífices capaces de plasmar sentimientos en los metales preciosos con que trabajamos” añadía Zúñiga en un evento que sirvió de punto final a las celebraciones de San Eloy.
Las tallas, de los siglos XIII y XVII respectivamente, pertenecieron a los antiguos gremios de orfebres y plateros de la ciudad.