El alza de la inflación a nivel global —también en España— provocado por la subida de alimentos y energía ha hecho que los inversores vuelvan a mirar al oro como metal refugio y ayer cerraba en máximos de cinco meses, hasta los 1.857 dólares por onza.
Al repunte de los precios se suman los recientes anuncios de la Reserva Federal de Estados Unidos y del Banco de Inglaterra de mantener (a casi cero) los tipos de interés y esto hace poca atractiva la inversión en capital. Un hecho que podría “encender un impulso alcista hacia los 1.900 dólares por onza”, tal y como apunta a Reuters el experto de Standard Chartered, Suki Cooper.
Al momento financiero se suma también el fuerte incremento de la demanda de oro en la India que se encuentra en plena temporada de celebraciones. “El oro tiene un piso sólido desde el que generar impulso en los precios dada la fuerte demanda estacional de la India”, explica el analista.