El Libro Guinness de los Récords acaba de verificar a la Chipembele, de 7.525 quilates, como la esmeralda en bruto más grande jamás registrada. Su estrambótico nombre significa rinoceronte en el dialecto local.
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Esta espectacular gema fue hallada por la empresa minera Gemfields el pasado mes de noviembre en los depósitos de Kagem, en Zambia y ya se convirtió en la más grande de la historia de la mina, por delante de otras esmeraldas de 5.655 y 6.225 quilates encontradas allí en 2010 y 2018, respectivamente.
Sólo un mes después de su descubrimiento la compró la empresa israelí Eshed-Gemstar aunque nunca se ha sabido el precio que pagaron por ella.
Trazabilidad asegurada
La esmeralda en bruto se ha procesado bajo el programa de trazabilidad Provenance Proof, del laboratorio suizo Gübelin para que todas las piedras cortadas y pulidas derivadas del bruto permanezcan identificables. Cada una se rastreará sin importar hasta dónde lleguen, explican desde la empresa.
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Eshed-Gemstar está buscando un comprador para todo en bruto, con la opción de trabajar con ellos para cortarlo y pulirlo. “No tenemos prisa, ya que queremos encontrar el lugar adecuado para la piedra”, asegura uno de los directivos de la firma.