Algunos esperaban un efecto mayor de las sanciones al país pero hay que tener en cuenta que el bloqueo comercial impuesto por los países del G-7 comenzaron realmente el pasado mes de marzo, por lo que no hay datos que avalen sus repercusiones y además no hay que olvidar que por el momento sólo se han activado para los diamantes que superen el quilate.
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Los tímidos intentos previos de boicot por parte de EE.UU y anunciados también por algunas grandes marcas joyeras no han producido —tampoco se esperaba— efecto alguno sobre la producción y las ventas rusas de diamantes.
El país controlado por Putin ocupa tradicionalmente el primer lugar como productor y el año pasado extrajo 37,3 millones de quilates, un 11% menos de volumen que el año precedente pero no obstante esa producción le reportó 3.678 millones de dólares, un 1% más que en 2022.
La producción mundial de diamante en bruto se contrajo un 8% en 2023 situándose en 111,5 millones de quilates
La explicación se debe al incremento del 14% en el precio medio por quilate de diamante procedente de Rusia. Algo que muestra que Alrosa (la minera estatal rusa), ha conseguido colocar sus diamantes a mejor precio, pasando de los 84,77 dólares de media en 2022, a los 96,64 dólares/quilate durante el año pasado.
Lo que llama la atención es que su inmediato seguidor por volumen, Botswana, perdió también en 2023 el liderazgo en términos de valor después de una severa caída del 30% respecto al año anterior, pasando de 4.700 millones en 2022 a los 3.283 millones de dólares.
En el caso de Botswana la caída en el precio medio ha sido aún más severa pues si en 2022 vendía el quilate a una media de 191,77 dólares el quilate, el pasado año lo hacía a 130,83 dólares, lo que supone casi una pérdida del valor que roza el 33%.
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Caída global del 20% en valor
A pesar del alza en la producción Botswana, pero también de de países como Angola (+11%), Namibia (+16%) o Zimbabwe (+10%), la producción mundial de diamante en bruto se contrajo un 8% en 2023 situándose en 111,5 millones de quilates.
Pero la caída más fuerte se produce en términos de valor alcanzando el 20% y situándose en un total de 12.725 millones de dólares. El precio medio global también se desplomó un 14% pasando de los 132,3 dólares/quilate a 114.