Los diamantes procedentes de Rusia y que sirven para financiar su guerra contra Ucrania siguen sin entrar en la ‘agenda’ del Proceso de Kimberley. La Unión Europea (UE) y otros cinco países (Reino Unido, Canadá, EE.UU…) escribieron una carta antes de la reunión solicitando que el conflicto se tratase en el Plenario que Kimberley celebró en Botswana durante la semana pasada, sin éxito.
PUBLICIDAD
Bien es cierto que tampoco ningún país ha establecido sanciones de peso contra los diamantes de Putin a excepción de Estados Unidos, pero la verdad es que se trata más de un brindis al sol que una acción real, pues EE.UU apenas compra bruto al país. En la Unión Europea se intentó establecer el veto a los diamantes de Rusia pero el peso de Amberes ha sido mayor que las buenas intenciones.
El nuevo ‘eje del mal’ capitaneado por Rusia incluye a Bielorrusia, Kirguistán, Armenia, Venezuela y la República Centroafricana (RCA), que a su vez escribieron para oponerse a las discusiones sobre Rusia alegando que el Proceso de Kimberley se había “politizado”.
World Diamond Council: “no es probable que el KP desempeñe ningún papel constructivo en la resolución de la guerra en Ucrania”
Ya en el encuentro celebrado del 1 al 5 de noviembre desde la Coalición de la Sociedad Civil del Proceso Kimberley se criticó al organismo por seguir sin reformar la definición de ‘conflicto’ y también por la “ausencia de discusiones sobre cómo el país productor de diamantes más grande del mundo utiliza los ingresos de los diamantes para financiar una guerra cruel contra Ucrania, otro miembro del KP”, aseguraba su coordinador.
PUBLICIDAD
Por su parte, el presidente del Consejo Mundial del Diamante, Edward Asscher, aseguraba en su discurso que “no es probable que el KP desempeñe ningún papel constructivo en la resolución de la guerra en Ucrania”. Pero también añadía que, “si bien en este caso tenemos que ser neutrales, no somos moralmente indiferentes”.
PUBLICIDAD