La tendencia del consumidor actual y de un futuro próximo pasa por la sostenibilidad y la trazabilidad como apuntan ya los informes elaborados desde diferentes fuentes (De Beers, Tracemark, Bain&Co…) y esa es una baza que la industria joyera sabe bien que no debe dejar pasar.
En el caso del oro, en los últimos años están cobrando fuerza dos alternativas: El oro de origen ‘justo’ y certificado como Fairmined; y el oro reciclado —aunque el reciclado del oro es tan antiguo como el propio metal— certificado por varios mecanismos, entre ellos el más importante el CoC, para construir una estrategia de abastecimiento responsable.
Pero ¿Qué opciones son más viables y cuáles son los pros y los contras de cada uno? En este artículo que ha elaborado la Alianza para la Minería Responsable y que hemos completado con algunos apuntes, se analiza de forma bastante ecuánime el empleo de cada uno de estos metales en joyería.
ORO RECICLADO
—PROS—
Menor huella de carbono: Según un estudio del Consejo Mundial del Oro (World Gold Council) más del 99% de la huella de carbono del oro está asociada a las actividades del sector minero. Por lo tanto, si su objetivo es reducir su huella de carbono, elegir oro reciclado podría ser la mejor opción para reducir sus emisiones.
Abastecimiento sencillo y asumido por el consumidor: El oro reciclado se beneficia del aura instantánea positiva del concepto de “reciclaje”, que es una de las tendencias de consumo más fuertes en estos días. Por lo tanto, el oro reciclado es un concepto fácil de entender para el consumidor.
Suministro estable: El oro reciclado representa el 33% del suministro anual de oro, según el World Gold Council. Aunque en la actualidad el oro reciclado no puede cubrir la demanda mundial de joyas de oro, es de fácil acceso y está disponible a través de casi cualquier proveedor en todo el mundo.
Económicamente razonable: El oro reciclado es una opción atractiva ya que hay poca o ninguna diferencia de precio entre el oro reciclado y el convencional.
—CONTRAS—
No siempre es lo que parece: En general, el oro reciclado puede entenderse como el oro que ha sido refinado previamente. Los principales estándares de la industria consideran que el oro recuperado de los productos de consumo, así como el oro recuperado como subproducto de la fabricación, se puede refinar nuevamente y etiquetar como reciclado. Por lo tanto, no significa que el oro reciclado sea oro viejo, puede ser oro recién extraído que se ha transformado en reciclado muy rápidamente.
No tiene impacto positivo en la comunidad minera artesana: La minería no se detendrá porque aumente la demanda de oro reciclado. Durante la última década, a pesar del mayor uso de oro reciclado, la producción de oro recién extraído también ha aumentado. ¿Por qué? Porque el oro no se extrae para ningún sector específico, sino para generar dinero.
Sin clara garantía de origen: Los proveedores de oro reciclado argumentan que los orígenes de su oro están respaldados por procesos de verificación serios. Sin embargo, como destacó la ONG Global Witness en un informe reciente, no es desorbitado temer que los materiales extraídos ilegalmente o vinculados a abusos de derechos humanos, conflictos, corrupción o daños ambientales hayan llegado a las cadenas de suministro globales y puedan “maquillarse” a través del título de de oro reciclado, que sólo mira hacia atrás hasta el punto en el que el oro se devolvió para una segunda refinación.
ORO FAIRMINED
—PROS—
Contribución directa a la minería artesanal y las comunidades: El oro Fairmined incentiva y recompensa la minería artesanal y a pequeña escala (MAPE). Gracias al precio y la prima adicional que paga, las organizaciones certificadas pueden invertir en la mejora de su productividad, el sitio minero, las condiciones de trabajo y el desarrollo comunitario.
Metal con garantías: Las organizaciones mineras certificadas Fairmined también adoptan mejores prácticas ambientales para reducir su impacto y proteger a su gente al reducir el uso de químicos y proteger los suministros de agua. Estas organizaciones están libres de trabajo infantil y promueven la igualdad de género.
Trazable: Con Fairmined, su oro se puede rastrear desde el usuario final hasta su origen: las organizaciones mineras certificadas. Por lo tanto, tiene claridad sobre de dónde proviene su oro y en qué condiciones se extrajo.
Valor emocional de cara al cliente: Al saber de dónde proviene su oro, puede establecer una conexión humana y emocional directa con los mineros y también puede educar a sus clientes y hacerles conscientes de que pueden retribuir a los demás con cada compra.
—CONTRAS—
Mayor precio: La trazabilidad, la minería responsable, las condiciones comerciales más justas y el apoyo a las comunidades tienen un precio adicional: el oro Fairmined es más caro que el oro convencional y reciclado. De promedio cuesta entre un 10% y un 20% más que los demás.
Disponibilidad reducida: Debido al pequeño número de minas certificadas y su producción limitada en comparación con las minas a gran escala, este tipo oro representa menos del 1% de la producción mundial del metal.
Distribución limitada: El oro Fairmined solo puede obtenerse de un número limitado de proveedores en todo el mundo. Además, la selección de productos de molienda y hallazgos disponibles en oro todavía está bastante restringida en comparación con la oferta de oro convencional y reciclado.
CONCLUSIÓN
Tal y como nos explican desde la ARM, el oro reciclado y el oro Fairmined «pueden considerarse dos posibles opciones de una mezcla ética de abastecimiento de oro».
Cada opción de abastecimiento tiene sus pros y sus contras que deben equilibrarse y eso «dependerá de tu estrategia de RSE y de tu convicción personal sobre qué tipo de oro se elige», explica Morgane Nzelemona, especialista en administración de cuentas de la ARM y responsable del análisis.