El conocido editor y ‘capo’ del mercado del diamante Martin Rapaport muestra en un amplio artículo su visión sobre el presente y el futuro de esta industria, en un momento en el que una amplia mayoría del sector observa como un “cambio de ciclo histórico” debido a los retos que enfrenta. En este enlace se puede leer el texto completo, en inglés, del que hacemos aquí un resumen.
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Efectivamente algo está cambiando en el mercado y no es que haya aparecido de repente. Sólo que es ahora cuando comienza a manifestarse de forma visible. Por poner una metáfora, es como el movimiento de las placas tectónicas: Nunca dejan de moverse y apenas lo notamos, pero cuando toda esa energía acumulada llega a la superficie, acaba desembocando en cataclismos a los que no podemos ser ajenos.
En el caso del diamante Martin Rapaport señala que el mercado está “extremadamente preocupado” pues desde el año 2022 hasta 2024 las ventas de De Beers, la producción de pulido desde India y las importaciones de Estados Unidos (que supone el 50% del consumo), se han venido reduciendo hasta prácticamente la mitad en cada caso.
Y eso se debe a tres cuestiones fundamentales: La delicada situación de la economía China; la consolidación en el mercado del diamante sintético y las sanciones y restricciones provocadas por los diferentes conflictos armados actualmente en marcha.
«Los diamantes naturales no serán para todo el mundo. Los diamantes reales serán para gente con dinero real” señala Rapaport
“La buena noticia” señala Rapaport en el artículo, es que “la economía global y especialmente la estadounidense se acabará recuperando y las generaciones más jóvenes tendrán una cantidad de dinero disponible para gastar como nunca antes había sucedido, según todas las previsiones. Pero los diamantes naturales no serán para todo el mundo. Los diamantes reales serán para gente con dinero real” explica el empresario.
Previsiones para el medio-largo plazo
A juicio de Rapaport el mercado del diamante «va a ir a mejor, pero sólo para el 50% del actual mercado». En otras palabras, el diamante natural perderá en torno a la mitad de su mercado en favor de los diamantes sintéticos pero las empresas que se mantengan irán a mejor.
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«El mercado está claramente bifurcándose» asegura, y los diamantes naturales acabarán llegando solamente al segmento de consumidores de más alta gama. Por su parte los diamantes creados en laboratorio se enfocarán hacia un perfil de consumidor medio-bajo, que tiene más preocupación por sus ingresos. «Creo que el natural seguirá dominando el segmento de la joyería nupcial» añade Rapaport.
Las empresas deberán adaptarse y trabajar para vender su producción de diamantes de menor valor pues esos serán los principales afectados por la expansión de los sintéticos. Además tendrán que trabajar duro para transmitir el valor añadido que los diamantes producen en las comunidades de origen, como por ejemplo es el caso de Botswana para transmitir al cliente final que la extracción responsable hace del mundo un lugar mejor.