Pese a que la variante ómicron no parece tener efectos sobre China pues reporta menos casos que cualquier país europeo pese a ser la nación más poblada del planeta —a nadie se le escapa el férreo control de Pekín sobre la información— las alarmas de una virulencia mayor a la publicada han saltado desde otro país, India.
Los cortadores y pulidores indios expresaban ayer el temor de ver su negocio “gravemente afectado” a corto plazo por la extensión de la pandemia en China, su segundo mayor mercado detrás de EE.UU, con el 30% de sus exportaciones.
Así lo apuntaban ayer desde el Consejo de Promoción de Exportaciones de Gemas y Joyas de India (CJEPC), a lo que sumaban también la drástica reducción de la oferta desde el cono sur de África: “las minas en el Sur de África solo pudieron satisfacer la mitad de la demanda” lamentaban.
¿Estamos a las puertas de precios aún más altos?