A pesar de una caída cercana al 24% en 2022, las arcas rusas ingresaron el año pasado casi 4.000 millones de dólares brutos en concepto de exportaciones de diamantes calidad gema, según los datos que ofrece el Proceso Kimberley, entidad que fiscaliza el comercio ‘legal’ de diamantes en el mundo.
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Los datos son llamativos: Rusia no sólo no frenó, sino que acelero su producción en 2022: De 39,1 millones de quilates en 2021, a 42 millones en 2022. Eso no significa que se hayan exportado. Ahí quedan en su stock y tampoco parece interesante que vayan a ‘inundar’ el mercado en una hipotética futura Pax tras su ‘Operación Especial’. Los precios se desplomarían y eso a nadie interesa.
Cierto es que sus exportaciones se frenaron: De 48,6 millones de quilates, a 37 millones de quilates, lo que supone esa caída del 24% que comentábamos antes.
Pero es que la demanda mundial de diamantes también se ha frenado. Las compras de joyería en el principal país consumidor de diamantes, Estados Unidos (que supone prácticamente el 50% de la demanda mundial), ha caído por encima del 30% según datos proporcionados a DIARIOJOYA por empresas que conocen bien ese mercado y que han estado presentes en la pasada feria de Las Vegas.
Las conclusiones no son nunca sencillas en este mercado pero hay datos que llaman la atención.
Curiosamente la Unión Europea, es decir Amberes, sigue manteniendo el mismo volumen de transacciones de diamantes en bruto de los últimos años, que es en torno al 25%. Y el otro ‘hub’ internacional, Emiratos Árabes, ha incluso incrementado hasta el 27% su tráfico de diamantes en bruto. Del mismo modo, India, mantiene una cuota del 40% en sus compras de diamantes para posteriormente manufacturar.
La lógica de Bélgica es comprensible. Según su propio Gobierno y con datos de la Bolsa de Diamantes de Amberes, más de 30.000 puestos de trabajo directos e indirectos dependen del mercado ruso. Por no ampliar a otras interrelaciones comerciales con países de la UE, entre ellos España.
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Si rechaza la compra de diamantes procedentes de Rusia no cabe duda de que tanto Dubai, como algún otro actor de la industria, ocuparán ese vacío. Eso, pese a la postura de EE.UU, que cómodamente desde el principio vetó el bruto ruso, y al que recientemente se sumó Reino Unido tras la última reunión del G-7. Claro.
Pero ellos no tienen nada que perder en la industria mundial del diamante en bruto y les resulta fácil de cara a la galería dar lecciones de moral al resto de agentes de la industria, lo que se conoce como el ‘diamond pipeline’.
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EL DATO FINAL: El consumo evidentemente se ha frenado; las importaciones y exportaciones también, aunque la producción en algunos casos ha seguido al alza.
Sin embargo, todos los agentes del Sector siguen manteniendo aproximadamente sus mismas cuotas de mercado en el conjunto de la industria. ¿Qué ha cambiado entonces?