Tristemente famosa por la guerra civil y la explotación de gemas que, a principios de los 2000 desembocó en la película ‘Diamantes de Sangre’, Sierra Leona sigue aumentando su producción reglada y este próximo mes de enero comenzarán las operaciones en una nueva mina operada por la empresa australiana Newfield.
La mina Tongo —que así se llama— tiene una vida útil estimada en 8 años y se han identificado unos depósitos de 8,3 millones de quilates. Además cuenta con un contenido de calidad gema del 63%, frente al promedio mundial del 20%, según la presentación para inversores de la empresa australiana.
Según las estimaciones alcanzará su producción máxima en el quinto año, con una previsión de 250.000 quilates anuales. Una cantidad destacada si se tiene en cuenta que la producción total de diamantes en Sierra Leona fue de 600.000 quilates en 2019.