La minera de diamantes rusa ALROSA ha emitido un comunicado presentando sus resultados de 2024 y en el que anuncia la caída del 77% en sus ingresos, que pasaron desde los 952,8 millones de dólares de 2023, a los 215,3 millones al cierre del pasado ejercicio.
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Las razones que esgrime la minera pública rusa son más que evidentes tal y como se encuentra el panorama internacional y, en concreto, la industria del diamante.
Por un lado parece que las sanciones de la Unión Europea y EE.UU han hecho mella en las compras a la empresa, al tiempo que India y Emiratos, que no tienen cortapisas en seguir comerciando con Rusia o sus países aledaños por donde sale el bruto, han disminuido sus compras de diamantes para pulir debido a la reducción en la demanda internacional.
Falta de transparencia
Si bien es cierto que la empresa estatal rusa no destaca por la transparencia financiera pues este es su tercer informe de resultados completo desde marzo de 2022, “en las tres ocasiones, ocultó información sobre el destino de sus ventas, que generalmente muestra a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y la India como los principales compradores” tal y como subraya el medio internacional Diamonds.net, propiedad del magnate Martin Rapaport.
Pore so tampoco es de fiar que las caídas sean tales. Pero reconocer ese hecho va en línea con la posición del mercado actual. Lo que no publican es cuál fue su producción aunque en todo caso no es tan relevante pues lo importante son las ventas reales.
La minera también ha expresado en su nota que recortará su producción para 2025 y despedirá personal en medio de los “desafíos de las sanciones y la persistente demanda débil”.
