La empresa minera australiana Odessa Minerals ha solicitado dos licencias para explorar un depósito aluvial al sur de la extinta mina Argyle, en la creencia de que contiene diamantes de ‘escorrentía’ de la antaño mayor mina del mundo, que cerró sus puertas definitivamente en 2020 tras ser operada durante casi 40 años por Rio Tinto.
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El área es un canal de 40 kilómetros por el que se supone corrieron diamantes desde tuberías de kimberlita de Argyle erosionadas, a través de múltiples sistemas de drenaje hacia el lago Argyle, dijo Odessa la semana pasada.
La minera ha encontrado hasta ahora diamantes en bruto que van de 1 a 6 milímetros, en colores coñac claros a ahumados, pero cree que podría haber otros tonos más importantes.
Minas no tan ‘agotadas’
No es la primera vez que una empresa minera de menor tamaño trata de buscar diamantes en áreas operadas en el pasado por las grandes mineras pero que, por costes de explotación ya no resultan rentables.
Ocurrió precisamente en la emblemática mina sudafricana de Cullinan, que tras ser operada durante décadas por De Beers pasó finalmente a manos de Petra Diamonds, que sigue buscando gemas en la cantera.
Y justo allí encontró el año pasado el mayor diamante azul del que se tiene constancia y que ahora está a punto de subastarse en Hong Kong por la friolera de 48 millones de dólares de precio de salida, como publicamos recientemente.