La Asamblea general del Proceso de Kimberley (PK) clausuró la semana pasada su encuentro anual y en los próximos días analizaremos los resultados, pero uno de los datos que más llaman la atención es la elección de Zimbabwe como futuro presidente de la organización, en 2023.
El país africano es el octavo productor mundial de diamantes pero sobre su extracción pesan cientos de denuncias de abusos, mutilaciones, corrupción y asesinatos en el área de Marange, una de las zonas diamantíferas más ricas de África, según un informe de Global Witness y otras organizaciones que operan sobre el terreno.
A pesar de la controversia, la Coalición de la Sociedad Civil (agrupación de ONG’s africanas que más críticas con la industria), ha dado su visto bueno a esta iniciativa.
“La situación en el país es mejor que en el pasado, incluso en los infames campos mineros de Marange, aseguraba en un comunicado el coordinador de esta Coalición. “La presidencia podría incluso ayudar a Zimbabwe a pulir aún más sus prácticas”, añadía.