Una de las piezas icónicas del genial joyero René Lalique ha servido de punto partida para la composición presentada por la diseñadora Karen Marrun Matuk para la primera edición del Proyecto Denisova.
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Se trata de su famosa ‘Libélula’ con cuerpo de mujer, una autentica atracción en la Exposición Universal de París de 1900 y que tres años más tarde adquirió Calouste Gulbenkian, el portugués conocido por ser el mayor coleccionista del mundo de sus obras.
La autora nos explica hoy en esta entrevista los motivos por los que escogió la pieza, las técnicas y materiales empleados, así como su visión personal de la creación joyera.
ENTREVISTA
¿Por qué elegiste esta pieza?
Desde pequeña me he sentido atraída por los seres fantásticos y la mitología. Soy apasionada de la naturaleza, su perfección, vastedad y nivel de detalle siempre me han sobrecogido.
Cuando vi la mujer libélula de Lalique, con esa perfección técnica y estética, me pareció una pieza alucinante, seductora, fuerte, mágica y hasta perturbadora.
¿Cómo te planteaste su interpretación?
Quería romper lo establecido e incursionar en materiales no convencionales al igual que Lalique.
En esta época de incertidumbre y miedo, deseé para mi mujer libélula una energía femenina madura y fuerte pero más sutil, con una expresión etérea y extasiada, representando su fuerza interior logrando un estado de paz y calma.
Bocetando, recordé que tenía unos cubiertos de plata heredados y decidí que sobre la cuchara trabajaría su cuerpo. Para las alas, necesitaba un material suave y firme, que pudiera soportar un calado que quedara perfecto. Elegí el fieltro. Lalique usó vidrio y esmaltes cuando nadie los consideraba valiosos. En mi caso, con el fieltro reitero que el valor del material usado, es el que permite lograr el diseño.
En cuanto a técnicas. Para el rostro, la cera permitía la suavidad, sensualidad y expresión que necesitaba. En las alas decidí utilizar corte laser que logra gran precisión y calidad.
Elegí ópalos, piedras impregnadas de fantasía. El cierre de la pieza, requería tener un final igual de bello que el frente. Continué con la estética de las alas e hice que una de éstas abrazara el cuello en su parte trasera.
¿Que buscas transmitir con tu trabajo?
Lo que busco transmitir con mi trabajo es Innovación. No me gusta ser convencional, la vida es muy corta para hacer lo mismo que los demás. Apuesto por la vanguardia, la sofisticación y la elegancia. Me guío por el «less is more» y busco diseñar joyas refinadas y cómodas. Me interesa provocar diversión, sorpresa, interés e inspiración con mis joyas. Me considero una diseñadora original y libre que siempre busca contar historias y seducir a los portadores con ellas.
¿Por qué es importante el proyecto Denisova?
Este proyecto evidencía el valor histórico de la joyería. Será una experiencia interesantísima ver todas esas piezas antiguas, reinterpretadas desde la mirada de diseñadores actuales de todas partes del mundo.
¿Cuánto de ti y cuánto de la pieza original, hay en la creación que has presentado para el proyecto?
Hay como un 50% de mí y 50% de la pieza original, porque más que sólo inspirarme en la pieza original, que es fantástica y poderosísima, mi proceso de investigación me hizo ir más profundo…conecté con la ideología conceptual de su autor. Analicé y procuré entender el motor que llevó a Lalique a crear una pieza de esas características y estética y fue ahí donde encontré la verdadera magia de creación para mi pieza. No fue la «mujer libélula» de Lalique solamente, fue lo que hubo detrás de su creación y su fantástico resultado lo que retomé para crear mi «mujer libélula» desde mi cultura, mi profesión, mi momento social e histórico también.
«Hay más diseñadores y artistas haciendo joyas de autor, ofertando un increíble trabajo que es difícil de resistir y las personas se están educando y abriendo más a recibir y portar este tipo de piezas»
¿Se ha alejado mucho el trabajo para Denisova del tipo de joyería que realizas habitualmente?
En el sentido estético, definitivamente sí. Mi trabajo es de mucho menor formato y es quizás más minimalista y abstracto. La joya para el proyecto es una pieza con una estética mucho más romántica, figurativa y sutil. En el sentido creativo no es tan diferente, pues mi trabajo siempre parte de una búsqueda fuera de lo convencional, siempre existe un concepto, una idea, una historia que comunicar como primera «voz» y luego viene por consecuencia el diseño formal, donde busco diversos materiales y procesos que logren la estética que necesito. Me gusta innovar y resolver hasta el último detalle de la joya, de principio a fin.
¿Has percibido un mayor acercamiento en los últimos tiempos a la joyería de autor por parte del público final?
Las joyas de autor siempre tienen su clientela muy específica desde siempre y para siempre, no siento necesariamente que la tendencia sea que ahora los clientes buscan más joyas de autor, más bien siento al revés. Percibo que hay más diseñadores y artistas joyeros haciendo joyas de autor, ofertando un increíble y apetitoso trabajo que es difícil de resistir y las personas se están educando y abriendo más a recibir y portar este tipo de trabajo.
«Me guío por el ‘less is more’ y busco diseñar joyas refinadas y cómodas. Me interesa provocar diversión, sorpresa, interés e inspiración con mis joyas»
SOBRE LA AUTORA
Karen Marrun Matuk, empezó su trayectoria de artes en Montreux, Suiza donde tomó cursos de artes plásticas, fotografía e Historia del Arte en la escuela Surval Montfleuri.
A su regreso a la Ciudad de México, Karen estudió la carrera de Diseño industrial en la universidad Iberoamericana donde se recibió con mención honorífica por su tesis de investigación: «El papel del diseñador industrial en la industria joyera de plata en México». Antes de concluir sus estudios, Karen empezó a estudiar las técnicas básicas de confección de joyería en el taller de Adriana Lieberman. Estableciendo su taller propio con venta exclusiva por cita.
Más tarde Karen vivió en Chicago, donde tuvo la oportunidad de ser directora de escaparatismo para el museo de arquitectura y diseño, el Chicago Athenaeum y su gerente de tienda de diseño, incluyendo sus líneas de joyería (piezas únicas confeccionadas a mano por ella misma); trabajó como aprendiz y asistente en el estudio de la artista Christine Simpson; estudió en la Galería Lill Street donde cursó varios talleres de joyería y otros materiales como vidrio y cerámica y fue maestra de joyería para los talleres infantiles Gallery 54. Formó parte de la exposición Good Design Awards con piezas de su colección Natura.
En Barcelona, Karen tuvo la oportunidad de trabajar como directora de diseño y del cambio de imagen para la empresa de perlas Majorica y participó dando clases en la Escola Massana junto con Ricardo Domingo; asimismo, tomó clases de engastado de piedras, gemología y esmaltes en la Escola de Artes y Oficis y fue ganadora del premio FAD.
A su regreso, Karen empezó a diseñar joyería y abrió su consultora para asesorar empresas mexicanas en la apuesta por el diseño y caminos alternativos a sus modos de generar joyería; impartió clases de Materiales artesanales en la universidad Iberoamericana. Actualmente Karen Marrun trabaja como diseñadora de colecciones de joyería (propias y para empresas) asesoría de imagen y dirección creativa para varias empresas reconocidas; da cursos de calidad, diseño y comercialización de joyería y hace proyectos de investigación y conferencias. Ha ganado premios de diseño nacionales e internacionales, participado en numerosas ferias de joyería, exposiciones colectivas y pasarelas. Es miembro activo de Fashion Group México y de Joyeros MX
Para conocer más de Karen: